Con él empezó todo. En los años 70, un profesor del Colegio de La Salle se propuso fomentar el Balonmano en un pequeño patio del colegio, com cuyo equipo consiguió ser cuartos de España en Infantil. De ahí surgió el club, la base, la cantera y en la temporada 1978-1979 consiguió ascender a Primera División Nacional con los Blas, Emilio, Montilla, Palomo, Fernando Argüelles, Galán, Galindo, Rebollo, Juan Carlos Jiménez, Castillo, López Gómez, Fofi y Gálvez. Es Manolo Porras, el referente del Balonmano en Antequera.
La ciudad, el Deporte, el Balonmano, tenía una deuda con él y este sábado 5 de febrero, en la intimidad como a él le giusta (siempre huye de los focos y de los actos públicos), le citaron en la puerta del Argüelles.
Fue cuando el alcalde Manuel Barón, le saludó junto a su familia, la presidenta del Iberoquinoa, Lourdes Melero, y el vicepresidente de la Real Federación Española de Balonmano, José María Fernández, el teniente de alcalde Juan Rosas, entre otras representaciones presentes.
Él creía que iba a un acto de la base antes del partido del Iberoquinoa Antequera ante el Ademar de León, pero el motivo era descubrir el panel conmemorativo en el que se exhibe el nombre suyo por ser uno de los grandes, el que más, precursores de este deporte.
El alcalde Manuel Barón destacó la figura de Manolo Porras como uno de los grandes nombres propios del balonmano antequerano, agradeciéndole su incansable trabajo a lo largo de toda su vida.
Barón destacaba que se unían en el Pabellón las dos máximas figuras de la historia de este deporte local: el mítico jugador, Fernando Argüelles, y su profesor, Manolo Porras que da nombre a la puerta principal del recinto deportivo.
“Es un acto justo y merecido; el deporte y el balonmano en Antequera salda así una deuda histórica con un hombre que sobresale y destaca en la promoción y el desarrollo del balonmano en nuestra ciudad desde hace más de 50 años”, manifestaba el alcalde de la ciudad.
Emocionado y sin creerse lo que acababa de pasar, el entrenador agradeció el gesto: «Cuando venía para el pabellón veía algunos movimientos que eran raros. Agradezco al alcalde y a todos los que habéis tenido este detalle. Muchas gracias».
“Le he dedicado toda mi vida a Antequera con mi labor con el balonmano. Han sido muchas horas y trabajo”. Su nombre siempre estará escrito en la leyenda del balonmano antequerano, con él empezó todo… su pasión desde La Salle a crear a los actuales baluartes de los actuales banquillos: Lorenzo Ruiz, Antonio Ortiz, José Cándido Sevilla y, cómo no, la familia de los Soto.
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