Es lo que tiene y quiere el Fernando Argüelles de Antequera. Cuando el equipo no falla, el portero para más de la cuenta y el ataque marca… ¡la grada disfruta y se pone en pie! El Dólmenes Antequera, tras seis partidos, consigue la primera victoria tras ganar 30 a 27 al Barcelona Atlétic.
Se tenía que ganar sí o sí. Era la sexta jornada y sólo se tenía un punto. Eran últimos y se tenía que salir del pozo. Y se nota cuando consigues el primer gol y te concentras en el balón y en defender y atacar. Los de Lorenzo Ruiz sabían que si no fallaban, podían ganar. Y lo hicieron.
Con un 7 a 4 en el minuto 15 se demostraba que era el día. Pero el Barcelona consiguió empatar en los últimos instantes, pero se pudo poner el 13 a 12 para el descanso. En la segunda mitad, los visitantes apretaron más y se llegó a un 20 a 19 en el minuto 45.
Llamó la atención que el equipo nunca se descompuso. Se centraba en defender y en atacar. Cuando más igualdad había, surgía un Pepe Martín que realizó un partidazo. ¡Cómo paró! Se notó estaba Diego Moyano en el palco.
Sumaron todos, los extremos rotan, los laterales se combinan y los centrales dirigen. Jeremy Figueredo se desgastó y tuvo sus minutos finales el nuevo fichaje: Juan Agustín Vidal. No hace jugadas soberbias, pero no falla y da serenidad. Algo necesario.
Cuando se meten 30 goles y lo marcan entre todos, es otra buena señal. ¡Se jugó como un equipo! Destacaron los 5 goles de Jota y Jacob Díaz.
Final, victoria, el míster emocionado y agradecido a su equipo y el respaldo de la afición. Próximo partido: el Agustinos de Alicante, que lleva dos derrotas seguidas.
Por cierto, partido donde se animó y no se gritó, ni se increpó a los árbitros. Cuando todo sale bien… se respira deportividad y pasión por el Balonmano.
