¡Al fin un triunfo local! Costó trabajo, a pesar de la flojedad del rival, porque al Antequera, a sus jugadores, les atenaza la responsabilidad del lugar que ocupan y eso se nota, y más en un equipo tan joven como el verdiblanco, hecho con jugadores canteranos muy jóvenes que andan tan sobrados de ganas e ilusión, como faltos de lo que requiera una categoría con equipos veteranos y jugadores ya de vuelta que ponen las cosas muy difíciles.
Así comenzó este partido en el que además de lo dicho, extrañaba que con un solo delantero en contra Vicente Ortiz mantuviera cuatro defensas más otro situado delante de ellos.
Estaba claro que lo que no quería el entrenador local era encajar ningún gol para lo que buscó asegurar el dominio del balón, amontonando jugadores en el centro del campo y dejando en punta sólo a Migue España, para luchar contra la defensa visitante. Y como el Vícar hacía algo de lo mismo, el partido, en la primera parte fue plomizo, pesado, sin más que dos ocasiones en la puerta visitante en jugadas de Hugo Narbona y Migue España, y un en la puerta local, protagonizada por Álex Chico, Cerca del descanso el Antequera se anima algo y le llega el premio en un penalti claro que transforma Francis en el minuto 41. Alegría en el césped y en las gradas y enseguida el descanso, con la confianza de que el resultado animara a los de Ortiz, para asegurar los puntos en la segunda mitad.
En la segunda parte, el entrenador visitante, parece querer dejar el dominio al Antequera, buscando quizás sorprenderle en un contraataque, cosas que intentó, alternándose el dominio con el juego casi siempre en el centro de campo y ataques imprecisos. Más oportunidades por parte local pero fútbol de escasa calidad con muchas imprecisiones, hasta que en el minuto 90, Alberto hace penalti a Ismael. Lo lanza Hugo Narbona y marca, pero el árbitro ordena repetir el lanzamiento y a la segunda Hugo Narbona acierta chutando por sitio distinto a la primera vez y marcando.
Arreon final del Vícar y final con el 2-0, sin duda lo mejor del partido para los locales… y para la afición que aguantó una tarde gélida y un juego más bien flojo… ¡Que todo cambie en el nuevo año!
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Más información, edición impresa viernes 23 de diciembre
