El 25 de mayo, dentro de 129 días, se sabrá qué equipo asciende directo a Segunda División del Fútbol Español al quedar primero del grupo 2 de Primera RFEF y qué cuatro equipos promocionarán para conseguir otra plaza, los que queden del segundo al quinto puesto. Hoy, a falta de 19 jornadas y 57 puntos en juego, parte como campeón de invierno el Antequera.
Queda mucho por jugar y ser el primero en la primera vuelta no es más que un título simbólico, sin derecho a ningún premio en la categoría. Pero la afición se ilusiona y nos quedan unos meses con mucho por vivir. Antequera ya supo lo que es ser líder de grupo en la tercera categoría del fútbol español. Fue entonces el Club Deportivo Antequerano en las temporadas 1981-1982, 1982-1983 y 1983-1984. De ellas, la primera estuvo a punto de subir a Segunda División, quedando empatados a puntos con el segundo, el Lorca, pero la diferencia de goles nos dejó en Segunda B.
Hoy, 41 años después, se percibe una oportunidad histórica dentro de un club local, cuyo dueño es el empresario inglés Mike Garlick que transforma el conjunto en sociedad anónima deportiva. Sigue haciendo de presidente el senador de la tierra, Ángel González, quien tiene en Álvaro Pérez, al director general. Y los artífices de los fichajes: Álvaro Silva y Alberto Aguilar.
De los presupuestos más modestos del grupo
Todos los medios de comunicación destacan que un club modesto lidere el grupo y además, muestre una forma de jugar valiente, que busca en el buen juego la forma de ganar. Es clave su técnico, Javier Medina, quien se estrenó la pasada campaña y está llamado a hacer historia con el Antequera y a subir al fútbol profesional.
Luego cuenta con jugadores que han encontrado minutos, algunos de ellos con calidad procedentes de otros equipos y donde encuentran un resurgir o puesta en valor. Algunos por su juventud, otros por su veteranía, otros por salir de lesiones, tienen aquí un lugar donde disfrutar y donde abrir puertas. Iker Recio, Luismi Redondo, Loren Burón, Destiny o Eric Puerto, son algunos de los jugadores que tuvieron aquí su rampa de lanzamiento.
Todo en un viejo estadio de fútbol que este año se ha levantado el terreno de juego para resembrarlo y conseguir un césped más idóneo para equipos que buscan la rapidez en la circulación. Se van haciendo reformas y entre las próximas, la renovación de las luces de las torretas, que sería una de las exigencias para ser estadio de Segunda, como ya expusieron las selecciones inferiores de España para poder volver a jugar en Antequera. Quedan en el aire qué hacer con los fondos y dejar claro el aforo del Maulí, si es de 8.000, de 6.000 o de 5.000 asientos.
Es común ver por la calle a gente con camisetas y bufandas del Antequera y parece ha llegado la hora del fútbol. Con la marcha de la ciudad del UMA Antequera en fútbol sala o el mal momento del Balonmano, el Fútbol ha cogido delantera. Es además un atractivo para aficionados de pueblos de la Comarca que ven fútbol de primer nivel.
El tiempo, las jornadas, dirán qué pasará con los 57 puntos que quedan por disputarse y los 6 puntos de ventaja al Murcia y Betis, los 8 al Hércules y los 9 al Atlético de Madrid B y el Ceuta, los otros cuatro equipos que ahora mismo estarían en puestos de promoción.
