Final de auténtico partido de balonmano: tensión, presión y victoria. El Dólmenes Antequera gana 25 a 24 al Lanzarote gracias al último disparo desde la línea de siete metros. ¡Javier Ariño decidió y el equipo sube puestos en la parte baja!
Era un partido decisivo para los antequeranos. Si ganaban, podían mantener las esperanzas de la salvación y han abierto el camino a la perfección, unido a la derrota cosechada por el Novás. Así se han colocado decimocuartos en la tabla de clasificación con 15 puntos. Amenabar e Ibiza.
Centrados en el partido ha sido todo un toma y daca de uno y otro conjunto, con intercambio de goles entre los dos. Sería en el minuto 20 cuando el Lanzarote consiguió adelantarse en el marcador gracias a algunas imprecisiones en los lanzamientos locales; marchándose al descanso con 9 a 11.
En la segunda mitad, un calco de la primera parte, donde ninguno se hacía notar y destacar en el marcador, sí obtuvo ligera ventaja el Lanzarote, pero que llegando a la mitad de la segunda parte, se volvió a igualar la contienda.
Fueron los últimos minutos del partido decisivos. Empate y posesión del Lanzarote que buscó lanzamiento, falló, apuró el pasivo, golpe franco y los árbitros que no pararon el tiempo. Se consumió con las protestas de ambos banquillos. Tras un parón, se reanudó el juego sin saberse en el luminoso, cuánto quedaba.
La última acción con la presión del Dólmenes, se pitó falta en contra, y el jugador Javier Aragón que retrasó el balón para parar el ataque local. El árbitro lo vio y con tarjeta naranja lo descalificó, lo que significaba, siete metros entre el delirio de la afición.
Javier Ariño, quien había sido decisivo en la recta final desde los siete metros, anotó y puso el final 25 a 24 celebrado como un pasito más que importante para conseguir la salvación.
¡Qué partidazo el vivido en el Argüelles! Quedan seis partidos, doce puntos y uno y tres puntos que faltan por superar.