El padre Tomás Pérez Juncosa, en la misa del Miércoles de Ceniza en el Socorro, proponía a cada cristiano, tomar una libreta y apuntar en ella cada día de la Cuaresma, si cumplía o no, o si mantenía la predisposición del cambio en sus actitudes de preparación para la Semana Santa.
Son los consejos que ofrecen los sacerdotes en las homilías cuaresmales, catequesis vivas que deben escucharse y profundizarse. El problema radica en no asistir (y no enterarse por tanto de las recomendaciones) o en ir solo para ver el altar que han montado para el triduo, quinario o septenario.
¿Y cómo podemos transformarnos? Pues más sencillo de lo que puede parecer. Sin ir más lejos, ayer en La Trinidad. Como cada primer viernes de marzo, la Antequera devota acudió a rezar a su Señor del Rescate. Este año, los religiosos trinitarios y los cofrades del Martes Santo (unión, sumar… Iglesia somos todos, no se puede separar) promovieron un acto más de piedad: posibilidad de donar sangre para esas personas que la precisan para combatir enfermedades, para superar dolencias, para seguir viviendo.
Sería un “punto positivo” en la libreta que proponía el padre Tomás ante la Socorrilla. Ayer, hoy, esta Cuaresma, los que fueron a La Trinidad, ya no solo van a rezar, besar sus pies y echar una limosna… pueden acudir a donar sangre.
Ése es el camino. Aunque San Mateo recoge: “Pero tú, cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha”, los cofrades deben comunicar, sin alardear, de sus iniciativas.
Al igual que la mayoría de ocasiones, solo se escuchan malas actitudes (que si dimite un hermano mayor, que si van a misa pero luego se critican, que si ha buscado organizar algo para su interés, que si…); esta Cuaresma debería servir para propagar las buenas iniciativas.
Que la donación de sangre del Rescate sirva para seguir animando a las hermandades que contribuyen con Cáritas, con la labor catequética parroquial… a buscar más Amor, Fe y Esperanza.
Son tiempos de cambio, y todo depende de los propios cofrades y cristianos. Esta semana recibí un whatsapp que exponía: “Hoy ha empezado para los católicos la Cuaresma, y como no lo ha dicho ni un solo telediario, que sí repiten hasta la saciedad el día que empieza el Ramadán, quiero anunciarlo yo para que se sepa”.
Ser o no ser noticia, dependerá de los cristianos que están dentro de los medios de comunicación, de las redes sociales, de los colectivos… y lo que digan, dependerá de nuestras acciones.
De los cofrades depende que esta Cuaresma destaque por la conversión, por una fe de dar más que una limosna o rezar, sino de buscar la nueva Evangelización con iniciativas como la del Rescate.
Tras Semana Santa, se podrá valorar, si hay “más cruces positivas que negativas” en nuestra libreta cuaresmal, y sentir si nos hemos convertido y creído en el Evangelio o solo hemos abogado por sacar el museo heredado de los templos a las calles, sin su fin que es la religiosidad popular.
