No sabemos cuántos Tribunales le han dicho a Mas y su séquito de aspirantes a vividores, que la consulta que próximo 27 es ilegal, que no se contempla en la Constitución, y todas esas cosas que el que llaman “hijo político de Pujol”, se pasa por el “arco del triunfo”, en una estampa de esas que se achacan a los maños del “chufla, chufla, como no te apartes tú”, decía un mañico que circulaba con su burro por una vía de ferrocarril a la máquina del tren que tenía a sus espaldas y le reclamaba se apartase para poder seguir su viaje.
O sea que ha hecho con esas advertencias lo mismo que con lo que le anuncian la mayoría de políticos con dos dedos de luces, que no paran de decir y decir, sin acudir a medios que la Constitución les permite… salvo que Rajoy y su Gobierno tengan previsto algo oculto bajo la manga…
Pero hay algo que se le ha olvidado a Mas: se trata de otro dicho muy extendido por allí que dice que “la pela es la pela”, aludiendo a lo que el dinero le gusta a los catalanes. En realidad nos gusta a todos, pero se dice en el resto de España que a los catalanes, más. Y su consulta puede afectar a “la pela”: no serviría el euro, se cerrarían las fronteras de la Comunidad Europea, al quedar fuera de ella… Por cierto que en este tema se ha producido otra “parida” del aspirante a “Presidente de la República de Cataluña”: “¡Pero cómo nos van a cerrar las fronteras si el noventa por ciento de lo que compran a España pasa por nuestras carreteras!” Vamos que piensa cerrar las carreteras para que no pase por allí nada “español” o con destino a Europa…
Pero faltaba un paso y lo acaban de dar la CEOE y la Cámara de España, que preparan un comunicado para las vísperas de la consulta, advirtiendo a los industriales y comerciantes catalanes, las consecuencias de una hipotética “separación de España”: las más grandes empresas establecidas en Cataluña, anuncian que se irían a Madrid o a otras capitales. Y, lo que para ellos pueden ser peor, empresarios potentísimos de Alemania, Francia, Italia, cuyos altos ejecutivos se muestran tajantes: “Si se declara la independencia, trasladaremos nuestros negocios a otras ciudades de España”, explican desde una de estas organizaciones.
O sea que por advertencias no va a quedar la cosa. O sea que, además del aspecto legal, constitucional, de sentido común, les recuerdan la economía y algunas de las primeras consecuencias que afectarían a todos los catalanes y no sólo a los que hipotéticamente votaran que querían abandonar España…
Total que ahí siguen empeñados unos en seguir adelante como sea, contra quien sea, y a pesar de lo que sea, y los otros, empleando modales diplomáticos, casi de sumisión, de impotencia, de tibieza, confiados en que la mayoría de los catalanes demuestren que tienen sentido común y manden a freír espárragos a estos locos que, con todo, nos pueden meter en un lío, del que a ver cómo se sale luego, salvo, repetimos, que la mayoría de catalanes demuestren su inteligencia, su cordura.