Lo vivido este miércoles 16 de febrero en el punto de Urgencias fue un momento en el que lo humano venció a lo burocrático. Jamás podremos comprender cómo se puede cerrar un punto sanitario durante 12 años. No nos puede entrar en la cabeza que algún representante político lo permita, pero en este caso, así fue.
Esas disciplinas de voto de partidos salen a flote en situaciones como ésta. O ese mal reparto en el que se prima el color de la administración o el sitio de donde es el responsable político.
Decía el primer ministro del Reino Unido, Winston Churchill: “El político debe ser capaz de predecir lo que va a pasar mañana, el mes próximo y el año que viene; y de explicar después por qué fue que no ocurrió lo que el predijo”.
Esta frase nos viene a la mente para que los que cerraron el Centro de Salud del Campillo Bajo, hubieran explicado por qué luego no se abrió. Vino la crisis, sí; hubo otras prioridades, de acuerdo. Pero en temas como Salud o Educación, no se puede jugar.
Abiertas las Urgencias, nos sorprende como la cabecera de Comarca se sumaba a los once puntos que ya había en la Comarca. Ya había once pueblos con este centro… y Antequera carecía de él. De nuevo datos y comparaciones de ciudad media. Antequera, la única de la Comarca que paga para el consorcio de bomberos, que lo tienen todos los pueblos, y la número doce en tener un punto de urgencias en el casco urbano.
Abierto este nuevo espacio sanitario, ahora habrá que estar pendiente de ese proyecto de mejora, adaptación y apertura del antiguo centro de salud. La delegada del Gobierno en Málaga, Patricia Navarro, anunció ya un presupuesto inicial previsto de 2,2 millones de euros. Ojalá se cumpla y no pase como en 2010. El tiempo dará la razón o no a cada uno.
Por otro lado, ahora tocará adaptarse y saber cuándo ir a este punto de Urgencias, al Centro de Salud y al Hospital. Y mientras se reabre el antiguo Ambulatorio, estamos seguros que el área sanitaria de nuestra Comarca (según Málaga, Norte de Málaga; según datos de Sevilla sobre la pandemia, Vega Antequera) intentará ampliar esos servicios que demanda la ciudadanía: los pediatras, sus urgencias y atenciones: el neurólogo o el oncólogo, por citar algunas de las que más se demandan públicamente.
Si en todo el territorio nacional hay una estructura igual de administraciones: Estado, comunidades autónomas, diputaciones provinciales y ayuntamientos; también debe de existir en servicios como la Salud y la Educación. Antequera tiene que tener como cabecera de comarca, carteras de servicios médicos precisos. Un niño o una persona mayor debe de tener los mismos recursos aquí como en una capital.
Sólo así avanzaremos en igualdad de derechos. No creemos que haya ningún político ni ningún gestor que niegue estos servicios para el bien de la ciudadanía. Si no se alcanzan, ¿por qué motivo? ¿Por los pocos votos que Antequera puede influir en una parlamento andaluz o en el congreso de los diputados?
Si es así, que las diputaciones provinciales nos amparen o los ayuntamientos tengan más recursos por la población que tenemos. Al igual que, por ejemplo, Diputación patrocina un equipo de elite de la capital a pesar de no tener menos de 20.000 habitantes, que nos den el dinero necesario para tener un pediatra de urgencias o un neurólogo en nuestro espacio sanitario.
