La Feria la hacen las figuras, y figuras hemos tenido en la Música, con Gemeliers, Carlos Baute, El Consorcio, Fórmula V, Revólver, La Unión y compañía, con presencia del grupo local Doger. Figuras hemos tenido en los toros con Manuel Escribano, Fandi, Castella, David Galván, Curro Díaz, Amaya, como toreros de a pie, entre los que destacamos las faenas de Escribano, a una mala corrida de Manuel Blázquez, y el indulto de Fandi, más los caballeros Andy Cartagena, Diego Ventura y Manuel Moreno, superior el primero y con poca suerte el segundo, al que no le valió ni regalar un toro. Pésimo encierro de Benítez Cubero, rompiéndose la racha el domingo con el toro indultado de Benjumea.
O sea que tuvimos figuras que atrajeron a muchos visitantes como se vio en las entradas a la Caseta Oficial y a la Plaza de Toros –en especial los dos últimos días–, con algo que hay que agradecer: ver a las figuras de la canción, no costó nada, y alguno de los protagonistas ni se lo creía. Supone un esfuerzo digno de aplaudir, como los precios de los Toros, “al alcance de todos los bolsillos”.
Pero mencionado eso, y sin olvidar ni Pregón, ni Regidora –magnífico el detalle del alcalde al ofrecer un ramo de flores a la madre de las regidoras, que ellas mismos luego le dieron la sorpresa de ir en un coche de caballos a los toros, radiantes de belleza y felicitad–, hubo otras figuras sumamente destacables: la Casetas de Día que dieron animación al Centro, mantenidas por las Cofradías, con variedad de platos y bebidas, primando calidad y buenos precios; una cantidad de vestidos “de gitana”, como no recordamos, en niñas, jóvenes y mayores, dando color a la Feria; muchos caballistas: un servicio de las Policías atento y firme, que permitió disfrutar de la Feria sin los incidentes de otras veces; facilidades para acudir al Ferial –que está lejano, sobre todo para los mayores— en autobuses y taxis, que funcionaron a la perfección; la tranquilidad de Protección Civil en todos sitios; la animación de la Alameda –anotamos la liberación de tasas por ocupar las aceras como una gran iniciativa del equipo de Gobierno, cuyo éxito se ha podido comprobar especialmente estos días— con las terrazas abarrotadas por la mañana, a mediodía, por la tarde, por la noche, a veces hasta dificultando el paso de los peatones, aunque valía la pena, porque tanta gente obligó a contratar más personal, haciendo que se consumieran comidas y bebidas; gran afluencia a restaurantes y bares tradicionales, con ofertas de platos especiales.