Seguro que han visto ustedes en televisión esos anuncios donde le ofrecen seguros por teléfono, bancos por teléfono, compras por teléfono… Usted llama al número que le dicen y le hacen un seguro, le abren su cuenta y le dan su correspondiente tarjeta, o le venden desde un traje hasta el último disco o dvd de la figura del momento o del estreno más reciente.
Eso está muy bien, si señor… pero si usted atiende esa invitación está destruyendo puestos de trabajo en su tierra. ¿Cómo? Pues si usted hace su seguro por teléfono, le quita trabajo a los buenos agentes que hay en Antequera y será muy cómodo y puede hasta salirle un poco más barato, pero en caso de accidente, de incidencias, llame usted por teléfono, y espere a que le hagan caso. Por rápidos que sean, apostaríamos a que si acude usted a su agente en Antequera, amigo suyo seguro de toda la vida, o al menos conocido, éste le va a atender mejor y más rápido.
Por lo mismo, se compra usted un vestido o una mesa o una plancha por ese medio telefónico o de internet, y le quita trabajo a su comercio de tejidos o de vestidos, al de muebles, al de electrodomésticos, de al lado o cerca de su casa, y aquí la diferencia de precio es nula, y en cambio conlleva que si hay fallo o avería, tiene usted que llamar, le mandarán a recoger –en el mejor de los casos– la mercancía y se la arreglan o se la cambian, pero a la pila de días, en los que usted no disfruta o no puede usar eso que compró y pagó.
Vaya usted al banco telefónico, y seguro que no le prestan la ayuda de su Caja o su Banco locales, en los que el trato humano, el conocimiento de años, permitirá consideraciones y servicios más próximos, mejores para usted. Y no cabrán sorpresas negativas por lo dicho antes, porque se conocen usted y su empleado de Caja o Banco, de toda la vida. Y además, puede usted usar la vía telefónica con su Caja o su Banco, para muchos casos, que le ahorrarán tiempo y molestias.
El marketing moderno, el acudir a famosas figuras de la televisión, o del cine, o de la radio, le pintan a usted de color de rosa y le presentan infinidad de ventajas, que tienen un efecto negativo en su ciudad, pues si disminuyen las operaciones financieras, si disminuyen las ventas, si caen las pólizas contratadas por los agentes locales, eso tiene que repercutir, antes o después en que sobre personal, en que crezca el número de los parados, y a lo mejor no ha caído usted en la cuenta de que si atiende esas ofertas telefónicas, teniendo por ejemplo una carnicería o una tienda de lo que sea, el que haya menos trabajadores en Antequera va a hacer que usted venda menos, con lo que su negocio se va a ver afectado, por atender esa «sugestiva» publicidad que le ofrecen figuras de las que vemos u oímos todos los días.
Mejorar la situación antequerana, depende de que compremos, trabajemos, con nuestras empresas locales, que van a ser las que luego nos compren a nosotros. Nos ayuden en nuestro menester diario. ¿O no?