Dicen que la crisis va a durar un rato, y se proponen medidas para que se note menos. El otro día hablando con un buen comerciante que nota la crisis, pero menos que otros, nos daba una razón para su éxito: si usted tiene una tienda, para que la gente compre en ella, aparte de que haya adoptado medidas reduciendo los márgenes, aprovechando ventajas para el cliente, habrá caído en que para que la gente compre, tiene que tener dinero, y éste no se crea así como así, sino que se va rotando de unas manos a otros, de unas empresas a otras. Así, si usted compra en Antequera productos antequeranos, ayudará a las fábricas o productores antequeranos que tendrán beneficios con esas ventas, mantendrán puestos de trabajo. Por el contrario, si compra fuera o, aquí incluso, productos de otros sitios, estará ayudando a otras empresas de otros lados, lo cual valdría cuando compre lo que aquí no haya, pero no, si tiene usted que comprar, aceite, leche, quesos, carnes, embutidos, hortalizas, frutas. E incluso en el caso de que precise algo que no se haga aquí –prendas de vestir, zapatos, perfumes–, contando con que las tiendas que los venden ajusten los precios al máximo, donde debemos adquirir esas cosas es en los comercios que tenemos en Antequera y no en otro sitio.
Usted vende trajes, pongamos por caso. De la misma forma que a usted le gustaría que los antequeranos compráramos en su tienda, con lo que además de mantener su negocio mantendrá los puestos de trabajo que tenga, debería usted comprar en otros establecimientos antequeranos lo que necesite de alimentación y otros, para ayudar a lo mismo que usted desea.
Y lo mismo podríamos decir de sectores como restauración, confiterías, cafeterías y otros por el estilo. Tenemos que convencernos de que cada uno de nosotros podemos ayudar en esas cosas que parecen nimias, pero que, multiplicadas, son realmente importantes.
Dicho esto, proponemos algo que vemos en los anuncios de televisión: infinidad de grandes marcas de todo –alimentación, aceites, conservas, perfumería, productos para la limpieza…– han dado un paso adelante y han tomado la medida de «vender más barato», mediante la fórmula no de rebajar los precios, sino de dar más cantidad de sus productos sin aumentar el precio normal, lo cual es un aliciente para el comprador. Cuando esos grandes marcas y almacenes toman esas medidas, será porque les dan resultado, luego deberíamos tratar de copiar lo bueno que hacen por ahí. Es como el dilema de si se gana más vendiendo poco con márgenes altos, o vender mucho con márgenes más ajustados…
Juntas ambas cosas –adecuación de márgenes y precios por los comerciantes y productores, especial interés de los antequeranos por las cosas que aquí se fabrican o producen– no cabe duda de que se ayudaría a mejorar la situación a niveles locales. Y añadiríamos que debería pensar lo mismo a la hora de anunciarse: ¿beneficios para aquí o para otros sitios? Pues eso.
