Se abrió la campaña electoral con la «pegada de carteles», los mítines, las promesas, con los altos cargos de cada partido pateando ciudades, barrios, colectivos, llevando mensajes para granjearse el voto. Los candidatos a la Presidencia de la Junta, en especial Griñán y Arenas y en algo menor escala Diego Valderas, andan de un lado para otro demostrando que el día tiene más de veinticuatro horas para ellos, incansables y convencidos de que su propuesta es la mejor, esperando los grupos de izquierdas, mantener los puestos en los que llevan treinta años gobernando, y los de centro-derecha, conseguir la siempre deseable alternancia, pues tantos años en el poder, dicen los que entienden, no son buenos.
El PP lucha además de con sus rivales políticos, con la vergonzosa parcialidad de los medios informativos afines al poder, con Canal Sur a la cabeza, tratándonos de idiotas a los andaluces, como si no supiéramos lo que pasa, en un doble frente: anunciando su programa y convenciendo de que no quitarán subvenciones, ni «el paro», ni recortarán en Educación y Sanidad, sino que cumplirán lo que exige el Gobierno en cada Autonomía en que inciden las exigencias de la UE, para reducir un déficit brutal, fruto de inversiones sin fondo, de auténticas barbaridades, que los mismos juzgados reconocen estuvieron mal hechos por el hasta hace poco vigente Gobierno. Cuando se dan tantos nombres implicados y el Juzgado admite las denuncias, será por algo, y cuando el anterior Director General de Empleo afirma que todo lo «mal hecho» por él, «lo sabían los de arriba», por algo será. Ésas son las principales armas del Partido de Arenas, en busca de conseguir, al fin, ser Presidente de la Junta.
Mientras, en el PSOE, las fechorías se han convertido en el principal arma en su contra, difíciles, por no decir imposibles, de rebatir: ahí están los millones de euros de déficit, los fondos de «reptiles», los «eres» y todas esas granujadas –supuestas, claro–, que no se aclaran ni aparece el dinero mal empleado, mientras no paran de salir listas de grandes obras prometidas y no realizadas, de las que en Antequera, donde hay que agradecer que se hicieran buenas cosas, tenemos el ejemplo inconcluso de Los Dólmenes, el Ambulatorio del Campillo que lleva años esperando, el AVE, la Autovía de Córdoba y otros. Mientras, mujeres y hombres honestos que, sin duda, se avergonzarán de lo que se denuncia, tratan de contrarrestar lo que se les adjudica, en busca de seguir cuatro años más.
En cuanto a IUCA LVCA, su candidato parece dejar claro que no le importaría, precisamente, aliarse con el PSOE con tal de quitarle la mayoría absoluta al PP, en un declarado pacto de Izquierdas. Eso lo verán bien unos y otros verán una especie de buscarse un seguro para ocupar Consejerías y entrar en el poder…
Total que nos quedan unos días de mucho movimiento, de denuncias y réplicas. Bueno será que escuchemos a unos y otros, que no nos dejemos engañar por los medios «vendidos», que analicemos lo que precisa Andalucía y que obremos en consecuencia.