Así es y así se ha vuelto a repetir esta semana. Se nos ha ido otro grande personaje de la Antequera del sepia. Compartimos un dato demoledor: fue el primer malagueño en vestir la camiseta de la Selección de España y lo hizo nada más y nada menos que en Viena un 30 de octubre de 1960 de la mano del seleccionador Helenio Herrera, acompañando sobre el césped a Ramallets, Rivilla, Santamaría, Gracia, Ruiz Sosa, Pereda, Mateos, Di Stéfano, Suárez y Gento. Casi nada, un equipo con los mejores referentes de jugadores nacionales. Y uno de ellos era de Antequera.
Un niño que nació en calle Obispo, hijo de José González, pintor-blanqueador y de Dolores Álvarez. A los 7 años ya despuntaba en el fútbol y con 15 años fichó por el Atlético de Madrid. A los 17 años, el entrenador del Atlético de Madrid, Fernando Daucik, lo subió al primer equipo, con el que se estrenó en Primera el 1 de diciembre de 1957 en un encuentro frente al Valencia que finalizó en empate a dos.
Sufrió el 11 de febrero de 1959, una fecha que marcaría su vida: sus padres y su hermana fallecían en un accidente de coche cuando regresaban a Antequera desde Madrid, teniendo Chuzo 19 años cuando era un referente en el Atlético de Madrid. No se recuerda un entierro con tanta gente acompañando a la familia por las calles de la ciudad. “Chuzo” era un ídolo en su ciudad.
Con el equipo rojiblanco, estuvo seis temporadas, disputando 103 partidos de Liga, 19 de Copa y 19 en competiciones europeas: 10 de Copa de Europa y 9 de Recopa de Europa, anotando 19 goles en total. Ganó la Copa del Generalísimo, la hoy Copa del Rey.
Luego fichó por el Málaga donde estuvo ocho temporadas, cinco en Primera y tres en Segunda División, hasta el año 1971, fecha en la que decidió colgar las botas y poner punto y final a su trayectoria como jugador profesional de fútbol. Con el Málaga jugó 43 partidos de Liga y 13 de Copa.
Su trayectoria y su pasión por el fútbol son un ejemplo a seguir para todos los antequeranos deportistas que están triunfando o lo harán en un futuro. Enviudó y vivía en Málaga cerca de sus dos hijos. Venía siempre que podía a nuestra ciudad, donde era muy apreciado. Tenía familia en los Trujillo-Rodríguez y siempre visitaba a su amigo Pepe Toro en el Número Uno.
Su nombre está en el callejero de Antequera en el Barrio de los Dólmenes, inaugurada la misma el 12 de octubre de 2008 junto a otras leyendas del fútbol. Antonio González “Chuzo” fue nombrado Hijo Predilecto de la Ciudad el 28 de Febrero de 2009, siendo alcalde Ricardo Millán y en acto en el Teatro Cine Torcal.
Con motivo del 2016 y la campaña en pro de la candidatura como Patrimonio Mundial, fue uno de los personajes históricos que formaron una fotografía en puertas del Dolmen de Menga.
Con 85 años, formó parte de la generación de los 40 que tantos nombres han dado a la ciudad. Su muerte nos lleva a recordar esa asignatura pendiente que tenemos en nuestra ciudad, de recordar y tener en cuenta a ciudadanos que fueron, son, embajadores de nuestra ciudad.
Los colegios, los institutos, los colectivos, la ciudad en sí, debería de promover que vinieran a su tierra y fueran conocidos por los jóvenes que pueden tener en ellos un ejemplo a seguir. Antonio González “Chuzo” es otro nombre que se merece estar entre una conveniente galería de personajes ilustres de nuestra ciudad e historia más reciente. Ojalá se desarrolle.
