Entre los muchos premios y distinciones que se otorgaron en Sevilla y en Málaga con motivo del Día de Andalucía, para reconocer el esfuerzo en engrandecer Andalucía de personas y entidades, se echaron de menos algún tipo de reconocimiento a esos niveles provinciales o autonómicos de entidades y personajes antequeranos que pensamos se lo tenían ganado a pulso. Nos vienen a la memoria dos casos indiscutibles: la gestiones de ese grupo que busca darle a Málaga su primer bien Patrimonio de la Humanidad y la mayor exportadora de Aceite del mundo, Dcoop.
En el primer caso seguramente se esté esperando el resultado de lo que en mayo nos dirá París, pero no hubiera estado de más que todo lo que ha conseguido Bartolomé Ruiz, contando siempre con el apoyo del Ayuntamiento, la Junta de Andalucía y el Ministerio de Cultura, hubiera tenido un avance, algo que hubiera servido para hacerles más llevadera la nerviosa espera del resultado de sus gestiones, y que, independientemente de lo que pase entre mayo y julio, les hubiera reconocido a unos, unas gestiones incansables, casi superior a todo lo que se pueda pensar; a otros, su ponerse de acuerdo allanando dificultades y dejando atrás cualquier punto de vista cuyo foco no estuviera fijo en el objetivo de que se reconozca la singularidad de unos sitios únicos en el mundo. No hubiera costado nada que, desde Sevilla o Málaga, que podría sumar una de las atracciones más importantes de las que ya posee, como ya ha ocurrido en otros sitios del mundo que recibieron semejante distinción, se hubiera dado una palmadita de ánimo a algo de lo que ellas mismas forman parte. Pero no son muchas las ocasiones en que quienes otorguen esas distinciones tengan en cuenta a Antequera y los antequeranos. En fin esperemos al año que viene…
Otro caso que echamos de menos, es un reconocimiento a Dcoop. Hace poco, el ministerio de Agricultura le entregaba el Diploma como Entidad Asociativa Prioritaria, basándose en datos incuestionables: acoge a 75.000 familias de agricultores, 100 cooperativas de aceite, 24 cooperativas de aceituna de mesa, 12 cooperativas de vino, 12 cooperativas ganaderas, 10 cooperativas cerealistas, 100 cooperativas de servicios… que ya es acoger cooperativas, uniendo sus fuerzas para copar mercado en todo el mundo: los productos de Dcoop llegan a ochenta y dos países de Europa, América del Sur, América del Norte… y Asia y Oceanía, a todos los cuales exportó productos por casi mil millones de pesetas, cantidad que lleva anexo el detalle de que todos y cada uno de esos cooperativistas unidos bajo el paraguas de la heredera de Hojiblanca, están logrando precios razonables que compensen sus esfuerzos de todo el año desterrando las estampas de penuria que era normal –aún lo es en determinadas producciones—en nuestro Campo, cuando tenían que vender sus cosechas a industrias transformadoras que se llevaban lo más jugoso de los precios, dejando en pésima situación a quienes más trabajaban.
