lunes 25 noviembre 2024
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El 6 de mayo se nos van las Hermanitas de los Pobres

Se nos van las Hermanitas de los Pobres, tras 150 años acogiendo a los “pobres”, a los abandonados de Antequera, cumpliendo el objetivo de su fundadora Santa Juana Jugan. Con el paso del tiempo, acogerían a otro tipo de “pobres”, a los que tras una vida dedicada a los hijos, que antes se hacían cargo de sus mayores, pero que con el tiempo, o por la necesidad de atender obligaciones, eran llevados a la Residencia de las Hermanitas, donde encontraron las atenciones físicas, materiales, religiosas y el amor que les ayudara a sobrellevar sus últimos años.
 
Establecidas en un amplio solar que tenía hasta su huerto entre calle Obispo y la Plaza de San Francisco, el edificio aguantó muchos años, y su capilla, recibía infinidad de misas dedicadas a los fallecidos en la ciudad, hasta que quedó obsoleto, anticuado, sin ascensores, por la necesidad de modernizarlo para atender, siempre, mejor a los ancianos, para lo que contaban con la ayuda de muchos antequeranos que conocían sus necesidades por las cosas colocadas a los pies de la estatua blanca de San José, su Patrón, situada a la entrada de la Residencia: una furgoneta de juguete, un saquito que ponía “arroz”, otro que rezaba “harina”, y así…
 
En mayo de 1985, acuerdo entre las Hermanitas, la Caja de Antequera y una constructora, por el que se levanta el gran edificio de la entrada de Antequera, dotado de todos los servicios y comodidades. En el antiguo solar de Las Hermanitas se construyó la Plaza de Fernández Viagas y Antequera cobraba una nueva fisonomía tanto a la entrada por Granada y Málaga, como en el centro de la ciudad.
Las Hermanitas, como otras entidades, acusan la falta de vocaciones que las obligó a contratar personal, un personal eficaz y lleno de voluntad, pero para mantenerlo se elevaban los gastos de la Residencia-Asilo, y ya no bastaba con las cuotas de los afiliados, ni con las ayudas que recababan el par de Hermanitas recorriendo las calles de la Ciudad, hasta que todo eso no bastó y no tuvieron más remedio que decidir, hace unos meses, marcharse, eso sí, rindiendo su ultimo servicio a Antequera: llegar a un acuerdo con la Orden de San Juan de Dios, para que se hiciera cargo de la Residencia, y no dejar abandonados a los ancianos. 
 
Tras ello, Sor María Luisa de Santa Teresita, superiora actual ha escrito una carta, en la que justifica su decisión, agradecen todas las ayudas de estos años a sus muchos favorecedores, e invita a una misa, que presidirá el Obispo monseñor Catalá Ibáñez, el próximo 6 de mayo, allí en la Residencia.
 
Buena ocasión para que Antequera se vuelque ese día, reconozca sus servicios de tantos años y para que se las distinguiera con algún reconocimiento oficial que materialice ese agradecimiento, ganado a pulso, siguiendo las normas de la fundadora de su orden, Santa Juana Jugan. 
Más información edición digital www.elsoldeantequera.com y de papel.
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