La foto de los líderes políticos antequeranos de la mano, como simbolizando “por Antequera, ¡todos a una!” nos hizo concebir esperanzas de un cambio en la política local, en el sentido de que los portavoces iban a anteponer a Antequera, a todo. Y que, una vez conocidas las preferencias de los antequeranos en las pasadas elecciones municipales, se iban a respetar, iban a trabajar para las siguientes elecciones por sus grupos, convenciendo a los antequeranos de lo que podían hacer bajo los programas de sus partidos.
Vamos, que habían decidido trabajar por sus partidos, pero de la mejor forma para Antequera, trabajando por ella, con lo que los antequeranos valorarían lo que hace cada concejal por ellos, mucho más que las discusiones, acusaciones que se suelen ver en los plenos.
Serviría de ejemplo insuperable que el portavoz socialista, que anunció en su investidura su predisposición a trabajar por la ciudad, por encima de todo. Y lo creímos, porque es un hombre formado, le consideramos de buena voluntad y con ganas de hacer lo que juró. La ocasión del Palacio de Ferias, o la de Los Dólmenes, era ideal para ser la primera acción conjunta por Antequera, pero ambas conllevaban, de fondo, las relaciones entre la Junta y Antequera, sin duda las peores desde que se instituyó nuestra Autonomía.
En sus primeros años eran frecuentes las visitas de los Presidentes, de los Consejeros a Antequera, donde se planteaban cosas, donde se invertía dinero, donde se comprobaban los avances de las obras o se inauguraban, de todo lo cual hay muchísimos ejemplos. Seguro que en todo ello tuvieron mucho que ver los Consejeros Paulino Plata y Rosa Torres o el Director General Jesús Romero, que se encargarían de exponer a sus compañeros Consejeros o al Presidente de cada época, necesidades, beneficios para todos.
Pero con el triunfo del PP, se acabaron las visitas –es raro ver por aquí a ningún consejero, y no digamos a los presidentes Griñán o Díaz, y si vienen es casi siempre a algo “de paso”— se agriaron las relaciones y quedaron olvidados temas como el gran Auditorio de la Feria, el Palacio de Congresos, o lo que sea, y tantas cosas, a las que ahora se añaden estas quejas de la alcaldía, de los planes de empleo para jóvenes, mayores de 30 años y otros, que la Junta reclama se cumplan en sus plazos… pero dicen se le olvida mandar los fondos para ejecutarlos. Y es el Ayuntamiento el que adelanta el dinero, que va ya por el millón de euros. (Por cierto que habrá alguien que comprenda lo que supone que le deban dinero, asfixiando a la empresa…). Evitamos ni pensar que la denuncia de la Alcaldía no esté documentada y justificada, o sea, que tiene que ser cierta.
¿No pueden mediar en este caso el portavoz socialista de nuestro Ayuntamiento o el Delegado de la Presidencia de la Junta en Málaga? Pero haciendo la gestión directamente con la Presidenta, no sea que haya por en medio alguien que no nos trague por el motivo que sea… Vamos a ver.