El otro día, un periódico de la capital publicaba una lista de los temas pendientes de la Consejería de Sanidad en la provincia de Málaga, titulando: “La crisis paraliza y deja sin fecha proyectos sanitarios vitales (destacamos lo de “vitales”) para Málaga”. Luego enumeraba tales proyectos: Ampliación del Hospital “Costa del Sol” de Marbella; ídem del de Ronda; construcción del “macro hospital” del Guadalhorce; el Centro Hospitalario de Alta Resolución de Especialidades del Guadalhorce; el de Mijas y el de Estepona y los Centros de Salud de Nerja y Fuengirola y un consultorio de Torre de Benagalbón. Se especificaba en el artículo que “las obras que no han comenzado permanecen aplazadas ‘sine die’, por culpa de la crisis”.
Como suele ser habitual en tantos medios, se ignoran las cosas de Antequera, que también tiene pendiente la transformación –mucho más barata que la construcción de uno nuevo— del Centro de Salud del Campillo.
Hagamos un poco de historia. En una visita de la Consejera de Salud al Hospital Comarcal de Antequera, hoy “Distrito Sanitario Norte de Málaga”, nos dijo, personalmente, que se inauguraría pronto el nuevo Centro de Salud de la Carretera de la Estación y que inmediatamente se desalojara el del Campillo, comenzaría su modernización”. Ese Centro de la Avenida de la Estación, lo construía, por su cuenta, Mercadona, a cambio de poder hacer allí un Supermercado, trasladando el que tenía en la Calle Infante.
La inversión de la Junta en este Centro entendemos que fue sólo del equipamiento, y aunque nos parecía muy bien disponer de un nuevo Centro, éste resultaba muy próximo al Hospital, con lo que aquella zona de la Avenida de la Estación al Polígono, quedaba perfectamente atendida, en detrimento de la zona Estación-Sur y Oeste de la ciudad – Peñuelas, Portichuelo, San Juan, San Miguel, Barrio Girón, Barriada García Prieto, y las nuevas que han nacido hacia Sevilla– pero nos confortaba la promesa de la Consejera, promesa que coincidía exactamente con las declaraciones que también nos hizo, personalmente, el director del Ambulatorio, doctor Godínez, el día en que se cerraba el del Campillo y se abría el de la Estación: “Mañana mismo, comenzamos la adecuación del Ambulatorio del Campillo”, nos aseguró, y cuando nos lo dijo, sus razones tendría.
Esas razones, entre otras, no eran sino las de considerar que una ciudad del tamaño de Antequera, que atendía además a tantos pueblos de la Comarca, encuadraba a la perfección en las que precisaban disponer de un Hospital grande y dos Centros de Salud, equipados de sus Ambulancias, que siguen registrando retrasos lamentables, porque tienen mucho campo que atender, sin duda. Pero pasó el tiempo, y no se tocó un ladrillo del Centro del Campillo, hasta el extremo de que se le está buscando otro destino, aunque sea “provisional”.
La Consejera, se olvidó de sus promesa y el director –damos por seguro que contra su voluntad— de la seguridad. Hay otras muchas cosas pendientes, pero ésta es vital, nunca mejor dicho. ¿No hay quien la remedie?