El Pleno de este jueves nos dejó un nuevo ejemplo de jóvenes políticos que creen en un sistema diferente al que tenemos. Dejando atrás todo lo que no se conozca, que alguien rompa la disciplina de voto debería ser rutinario porque si el voto debe ser único, para eso en vez de votar a concejales, que se voten a unas siglas y dejen atrás a tantos representantes.
Compartimos el titular de la noticia que adelantamos en la edición digital: “El concejal Jaime León rompe la disciplina de voto del PSOE al ausentarse cuando el PP pedía estar en contra de la financiación de Cataluña”. La propuesta del grupo municipal del PP para rechazar la decisión del Gobierno de conceder un concierto económico singular para Cataluña trajo al Pleno una nueva salida de la disciplina de voto habitual cuando el concejal socialista Jaime León, se ausentó durante la votación para no decir que ‘no’ como su grupo.
Era una de las propuestas del equipo de gobierno por la que se instaba “al Gobierno a anular esta decisión y a comprometerse a que cualquier modificación del sistema de financiación autonómica, se negocie en foros multilaterales con todas las comunidades autónomas”.
Tras el debate por cada portavoz, cada grupo expuso su visión sobre este tema, con la crítica del PP, el desmentido por parte del PSOE y la incredulidad de IU. En el momento de la votación, el Alcalde expuso que se iba a proceder de una manera nominal el voto en vez de por grupos y en ese momento, el concejal socialista Jaime León, se levantó y estuvo ausente durante la votación, regresando al pasar a la siguiente propuesta.
Así, todos los concejales del PP votaron afirmativamente (Teresa Molina se ausentó por problemas de salud), todos los presentes del PSOE votaron en contra (Ruiz Espejo estaba en Sevilla y Jaime León se salió) y Pilar Ruiz, de IU, se abstuvo.
Al finalizar el Pleno, contactamos con León y no quiso hacer ninguna declaración al respecto, admitiendo que sí salió a conciencia para no tener que votar sobre esa propuesta.
Evidencia que no estaba de acuerdo con el ‘no’ que le pediría su grupo y sin desvelar si su intención era dar el ‘sí’ o abstenerse. Los que sí está claro es que fue un plante a la disciplina de voto de su grupo, como en su día ya realizaron otros concejales cuando se trataron temas como el aborto o la prohibición de fumar. León mostró su carácter y conciencia y el tiempo dirá si ha sido una anécdota o puede traer consecuencias.
Si viviéramos en una sociedad democrática pura y dura, no debería de pasar nada. Aunque nos tememos que no ha tenido que ser la primera vez que discrepe y su partido le podría pedir que dimitiera. Él podría claudicar o por el contrario, seguir los pasos de Juan Moreno en el PSOE o Eva Hidalgo en IU, de salirse de sus siglas y ser concejal no adscrito.
No está el PSOE en Antequera como para perder un concejal más, pero ojalá esto fuera habitual y en el Congreso, en el Parlamento, en Diputación y en los ayuntamientos surgieran más actitudes como las de Jaime León, en todos los grupos políticos.
Quizá así, se podría incluso superar algunos problemas institucionales y de política a todos los niveles. La Democracia necesita avanzar y romper las disciplinas de voto y las listas cerradas podrían recuperar la fe perdida por los ciudadanos. Así sí, el pueblo sería lo primero y no lo que dicten las siglas sean del color que sean.
