En nuestro camino diario a nuestra Redacción, escuchamos comentarios, ideas, sugerencias, críticas… de los ciudadanos que nos paran y nos apuntan sus visiones sobre la ciudad.
Una de ellas es el Turismo, si el que viene se hospeda en hoteles, come en bares y restaurantes y compra en negocios, o únicamente ve nuestra riqueza y se marcha. Independientemente de cuál de las dos opciones, nos quedamos entre medias: habrá de ambas alternativas. Lo cierto es que vienen, llenan las calles, se nota en el ambiente, y alguno hará gasto y producirá riqueza en la ciudad.
Nos quedamos con un dato objetivo de este miércoles 6 de Diciembre. 722 personas visitaron la exposición de Antonio Montiel. ¿Ninguna tomó ni un café, no compró mantecados, no se quedó en hoteles? Suponemos que habrá de todo.
Estar implicado en ella nos lleva a escuchar, a preguntar y la mayoría de ellos nos apuntaban que procedían de las provincias de Málaga, Sevilla, Córdoba… cargados con bolsas de mantecados y muchos de ellos nos preguntaban: ¿dónde podemos tomar café o merendar?
Con las terrazas se ha cubierto una amplia demanda en los meses veraniegos, pero ¿y en los de frío? Hay que buscar algún aliciente para que cafeterías y confiterías de la zona monumental habrán los días en los que se prevé aumento de turistas. Las hay que abren, como algunos monumentos. Pero si el visitante busca la calle principal y el casco histórico, ¿está todo abierto?
Por ponerles un ejemplo, el citado día, si querías comprar un pastel o algo de beber en la calle Infante don Fernando por la tarde próxima al Coso Viejo… te costaba trabajo encontrar alguna abierta. ¿No saben los que abren el resto de días de la cantidad de gente que pasea un día festivo por la tarde?
Suponemos que lo mismo pasaría ayer viernes, y pasa los fines de semana de noviembre y diciembre, con el atractivo de la compra de mantecados.
El Ayuntamiento y la ACIA (Asociación del Comercio e Industria de Antequera) deben trabajar aún más de lo que hacen para conseguir, aunar, impulsar, que las zonas turísticas estén abiertas los días de mayor afluencia de visitantes.
Hay localidades próximas como Lucena, por no decir Málaga, Madrid o Barcelona, que adaptan sus horarios al flujo de visitantes. Así cierran a horas y días que apenas tienen público y abren cuando más gente pueden tener.
Sería adaptarse a los nuevos tiempos. Hoy no vienen cuando queremos, debemos estar abiertos cuando viene el público. Es como un bombero trabajar cuando no hay fuego o un médico cuando no se le precisa. ¿Y qué pasa si no hay un bombero o un médico cuando se les requiere…?
Estamos seguros que ya llevan tiempo trabajando en cómo responder a la demanda que cada vez se está produciendo en mayor cuantía de gente por el nuevo atractivo de nuestra ciudad desde que es Patrimonio Mundial por los Dólmenes.
Ojalá en 2018, podamos decir que al igual que las terrazas gratuitas para los bares, ha sido un éxito el sistema para abrir los fines de semana y festivos.