Si no reaccionan desde el nuevo Rectorado, nos gustaría pensar que no pueden. Si nadie llama y no desbloquea la situación, nos gustaría pensar también que no pueden. Pero no lo entendemos. Si no quieres seguir respaldando al equipo de fútbol sala, dile: “El año que viene no os daremos nuestra aportación anual”. Pero no es de recibo que en la mitad de la temporada y más con los buenos resultados, le cierres el grifo y las instalaciones deportivas.
Aún confiamos en todas aquellas personas e instituciones que no dudaron en buscar al UMA Antequera para “hacerse una foto” tras ganar la Copa del Rey o ascender a Primera. Pero si nadie media y desbloquea la situación, mal inicio de marzo se avecina. El problema radica que tras el nuevo equipo del Rector, han decidido no ceder las instalaciones al equipo universitario ni darles la asignación anual que suele llegarles cada mes de enero.
Este jueves, el equipo lanzó un comunicado en el que “lamenta profundamente no poder entrenar en el Complejo Deportivo de la Universidad de Málaga con el agravante que esto conlleva a la hora de prepararse, con garantías, para competir cada semana en Segunda División“.
Ante ello, “director deportivo, jugadores y cuerpo técnico del CD UMA Antequera quieren expresar la triste e incómoda situación que les está tocando vivir desde el pasado 12 de febrero. Una resolución de la Universidad de Málaga, anunciando la suspensión de toda la actividad deportiva en el Pabellón Universitario, los apeó de su lugar habitual para ejercitarse y preparar sus compromisos”.
De un día para otro “fue imposible acceder a la instalación con la problemática de encontrar, con la temporada en curso, una pista en la que poder desarrollar con normalidad la preparación tanto física como técnico-táctica. Sí es posible entrenar, cada miércoles, en el Pabellón Fernando Argüelles, escenario en el que el club compite desde hace muchos años fruto de su alianza, en forma de patrocinio, con el Ayuntamiento de Antequera. En la búsqueda, a diario de alternativas, se agradece la ayuda prestada por el Consistorio de Moclinejo o la Asociación Deportiva Gamarra en Málaga capital”.
Existe un agravante extra “que hace más complejo establecer una rutina semanal. Todos los miembros del plantel tienen prohibido el acceso al vestuario habilitado en el Pabellón Universitario donde se encuentra todo el material (balones, equipaciones o zapatillas entre otras)”.
Ni es justo ni es merecido que un equipo ejemplar “se vea apartado de la que ha sido su casa, la Universidad de Málaga, y a la cual ha defendido con orgullo, responsabilidad y respeto. La defensa de una filosofía de educar en valores ha sido incontestable con multitud de ejemplos de jugadores que han demostrado que es posible compaginar una formación académica con el deporte de élite y, lo que es más admirable, obtener éxitos de un valor incalculable como levantar una Copa del Rey, ascender cuatro veces a Primera División, participar en una Supercopa y una Copa de España, recibir multitud de galardones al juego limpio y conquistar Campeonatos Universitarios a nivel regional, nacional y europeo”.
El equipo de fútbol sala referencia en la provincia de Málaga y Premio Andalucía de los Deportes 2022, “pide ayuda para retomar la normalidad y regresar a la que es su casa, mientras las instituciones pertinentes solucionan los temas administrativos y burocráticos que han surgido recientemente. Jugadores y cuerpo técnico se encuentran sin cobrar desde el mes de diciembre y, a pesar de este serio inconveniente, trabajan con esfuerzo, dedicación y compromiso para recuperar una plaza en la máxima categoría y hacerlo con el apoyo de todas las personas que acuden al Argüelles a animar y mostrar su cariño”. Ojalá se solucione y se salga más fuerte. ¡Vamos UMA!