El antequerano de hoy es el compendio de una serie de civilizaciones, el resultado de enseñanzas y vivencias de cada época de nuestra historia, y en ella, tiene mucho que ver nuestra Religión, en la que hay que evitar huir de lo mal llamado “cosas de beatos”, en su acepción menos afortunada. Los antequeranos de hoy, nacimos en una Antequera cristiana, nos educamos en hogares cristianos y en nuestras Escuelas, además de una gran formación en tantas materias como creemos no se hace hoy, a juzgar por los “exámenes” que nos hace Europa, crecimos bajo los principios de la Caridad, el Bien, la Paz… y la devoción a Dios y a la Virgen y muchos santos, para guiarnos y conducirnos en nuestras vidas. Con desesperación vemos cómo hay quien deliberadamente ataca esos principios, sin conocerlos, sin duda, y pretenden arrancarlos de raíz, ignorando, deliberadamente, esos principios morales, que no tienen nada que ver con lo que critican.
Pues bien; hoy sábado, es un día grande para los antequeranos y culminarán los actos en honor de una de las imágenes de María más veneradas y queridas en la ciudad. Hoy los antequeranos, con los archicofrades de “Abajo” que, con tanto acierto, preside Santiago de Talavera –de casta le viene al galgo…– “sacamos” a nuestras calles a la Virgen de la Paz Coronada. Será una procesión masiva –seguro— en la que los antequeranos de diversas creencias y tendencias, nos olvidamos de ellas, para aflorar ese sentimiento mariano que llevamos tan dentro, en una repetición de lo que llevó a coronar, hace veinticinco años y tres días, canónicamente, la deliciosa imagen de Miguel Márquez.
La coronación canónica es uno de los Ritos litúrgicos católicos, instituido en el siglo XVII, para resaltar la devoción por una advocación mariana. El origen de este rito se sitúa en el siglo XVI, cuando los capuchinos, confeccionaban coronas para la Virgen. La primera fue la Madonna de la Febbre, del Vaticano, en 1631. Hasta el siglo XIX, las coronaciones fueron fundamentalmente en Italia (en Roma hay más de 300), pero la inclusión del rito de la Coronación Canónica en el Pontifical Romano en 1897, hizo que el rito se extendiera a todo el mundo. En España una de las primeras imágenes marianas coronadas fue la de Nuestra Señora de la Veruela, Patrona del Moncayo, en Zaragoza, en 1881. Imágenes coronadas son la Virgen de los Reyes, Patrona de Sevilla, la Virgen de Covadonga, Patrona de Asturias y otras, a las que sumó Antequera, a principios del siglo XX, coronando a la Virgen de Los Remedios. Años después, lo hacía con dos imágenes que aglutinan el fervor mariano inseparable ya de nuestra forma de ser, la Virgen de la Paz y la Virgen del Socorro y algo después, la de Los Dolores.
Si observamos los años, comprenderemos que ese sentimiento no es de hoy; ya hemos recordado sus orígenes… que se remontan a siglos y siglos y se mantienen aún en un mundo tan difícil, opuesto en parte a “éstas” cosas, por eso hoy, para Antequera, es un día grande.