En las Redacciones de los medios de comunicación de Antequera (suponemos que también en las del resto del país por lo que leemos y vemos) ha empezado una nueva vorágine de convocatorias de prensa, comunicados y mensajes en las redes sociales, que presumimos son síntomas previos a la convocatoria de algunas elecciones, distraer escándalos (los juicios de los ERE, la validez de los máster, las encuestas que desplazan a fuerzas políticas, las sucesiones, los candidatos…), o basar la política del siglo XXI en el insulto y no en hacer política.
“Los dos partidos que se han concordado para turnarse pacíficamente en el Poder son dos manadas de hombres que no aspiran más que a pastar en el presupuesto”. No es algo que nosotros escribamos, ya lo predijo Benito Pérez Galdós en 1912. Parece que poco ha cambiado la situación política en España. Bueno, que desde hace años, han surgido partidos minoritarios que tienen más poder que los “grandes” para
dejarles al frente de las instituciones; o los dos nuevos que han surgido, copando el descontento general por la trayectoria de los dos “tradicionales”. El caso es que esta semana, al contemplar lo que los partidos políticos manifiestan, casi todo es un tira y afloja de exigir, denunciar, demandar, pedir y desacreditar. ¿Qué nos pasa? En teoría, el Congreso de los Diputados está para hablar de España, donde se debe defender que haya dinero para las líneas ferroviarias de Algeciras-Bobadilla y el AVE Granada-Antequera. El Parlamento Andaluz para desbloquear la situación de los Dólmenes, de la segunda ambulancia o de la circunvalación. La Diputación Provincial para que “suene la sirena” y tengamos un parque de bomberos en el casco urbano.
Y el Ayuntamiento para que en sus Plenos se debata de mejoras para Antequera y nada más, pero nada menos. Porque si esto no se desarrolla en Madrid, Sevilla, Málaga y Antequera, ¿para qué sirven los diputados, parlamentarios y concejales? No es la primera vez que lo hemos escrito, ni será la última, desgraciadamente. ¿Se imaginan un día en el que el grupo municipal socialista llama al equipo de gobierno del PP y le consigue una reunión con la presidenta de la Junta de Andalucía para desbloquear temas como los Dólmenes, Palacio de Ferias o la segunda ambulancia?
O ese día en el que el equipo de gobierno, de la mano de su diputado nacional, vuelve a llamar a los concejales de la oposición para ir a Madrid a conseguir aumentar el presupuesto para tener ya la segunda estación AVE? ¿Y ese día en el que todos los partidos vayan con sus grupos provinciales para que se tenga ya el parque de bomberos?
Sería el día en el que el interés del pueblo, prime sobre el de los políticos. Pero que los de hoy no se lo tomen a mal, que ya lo decía Benito Pérez Galdós hace un siglo: “La España que aspira a un cambio radical y violento de la política se está quedando, a mi entender, tan anémica como la otra. Han de pasar años, tal vez lustros, antes de que este Régimen, atacado de tuberculosis étnica, sea sustituido por otro que traiga nueva sangre y nuevos focos de lumbre mental”.