Los latinos, llamaban a eso “carpe diem”, “vive el momento”, no pienses en otra cosa, disfruta lo que tienes. Se podría aplicar mejor que nunca al momento actual, donde se dice que estamos saliendo de la crisis, y que los esfuerzos, a veces impopulares del Gobierno, casi siempre incomprendidos e ignorando los motivos que lo forzaron a ello, empezarán a notarse enseguida. Junto a esos atisbos de mejoría, no paran los escándalos de políticos sinvergüenzas, que se forran a costa de los españoles, quienes no sólo tienen que pagar lo normal y lo añadido para salir de la crisis, sino cubrir los millones dilapidados en la Feria de Don Benito o ese diputado que se lleva el dudoso honor de ser el que menos hace en el Congreso, mientras, eso sí, es de los que más cobra.
La suma de esos nuevos casos a los anteriores, está convirtiéndose en un lastre sobre los políticos en lo que pagan justos por pecadores, mientras, como se señala desde muchos frentes, el Gobierno no es capaz de hacer lo que debe: quitar todos los privilegios que esas “señorías” mal utilizan, y obligarles a devolver hasta el último céntimo. Ni cárcel, ni historias: antes, devolver hasta el último céntimo de lo que pagan los españoles con todo el sudor de su frente.
Por eso, quizás no estén las cosas para Ferias, Ferias que, como la que vivimos desde ayer sábado, podrían ser mejores, con mejores figuras taurinas, con más afamadas figuras de la canción (que es lo que atraería visitantes a la ciudad, esos visitantes que tanta falta hacen), si hubiera más dinero, pero ya se sabe que hubo que cubrir la “herencia” que dejaron al actual equipo de Gobierno municipal, al que echan unas culpas que no son de ellos, siendo los menos los que reconocen lo real, que su decisión es valiente, que no miran la popularidad sino la efectividad y sobre esa efectividad, multiplicada por el resto de las españolas, se basa ese panorama que se estima mejor.
Creámonoslo a ver si cogemos confianza, a ver si nos decidimos a criticar menos y a hacer lo que nos toca, trabajar, rendir, ponerle buena cara al mal tiempo que vivimos desde hace muchos meses. Y es en éstas, cuando llega la Feria de Primavera, una de las más antiguas de España, con sus casetas ideales –tanto las de día como la de noche– para cambiar un poco de tema, para buscar soluciones, para ayudarnos unos a otros, para prepararnos mejor para recibir ese verano que se resiste, con sus promesa de llegada de turistas, de paisanos residentes fuera de la ciudad que nos contagiarán su alegría al volver a esta Antequera que está mucho más hermosa en muchos rincones, desde San Luis a los Dólmenes, fruto del esfuerzo de un Ayuntamiento que se quiebra la cabeza buscando multiplicar el dinero, como los peces y el pan bíblicos.
Pues eso, a disfrutar de estos días, a salir y compartir estas horas, haciendo un alto en la pesada rutina diaria, y a cobrar fuerzas para el tiempo que llega que, ojalá, como dicen, sea mejor.
¡Feliz Feria de Primavera!