¡Ojalá no se haya usted visto obligado a pedir un préstamo con urgencia en una época como la que vivimos! Sálvese quien pueda, tiene usted que andar suplicando, pidiendo, «haciendo la pelota» para que se lo concedan y una vez aprobado, ahora espere usted a ir superando, uno a uno, los obstáculos que los malditos «ponepegas» le ponen hasta ver el dinero en su cuenta y el problema terrible que usted padecía, en vías de aplazarse, porque no se resuelve con el préstamo, sino que se va aplazando, previo pago de los intereses que fluctúan y que ahora mismo están por todo lo alto.
Quien más quien menos, se habrá visto afectado por un caso así, o sabrá de alguien que lo haya padecido, por eso utilizamos el símil para tratar de explicarnos lo que pasa con España ahora mismo. Quienes todos sabemos, no fueron previsores; se dejaron llevar por el boom sin base firme de la construcción y empezaron a gastar dinero, o a darlo o a prestarlo. Viene la que viene, y a la gente se le quitan las ganas de comprar pisos con tanta alegría, forzando a los constructores o propietarios a hacer descuentos enormes, pero eso no basta para recuperar tanto dinero gastado, y nos vemos en la necesidad de pedir dinero a otros bancos, operaciones muy frecuentes desde siempre y en las que también «nosotros», en los buenos tiempos, –los bancos españoles, vamos– prestaron dinero. Pero ahora, entre las «sorpresas descubiertas en los cajones», los presupuestos falseados, las deudas sin contemplar, la situación se agrava hasta el extremo de que, igual que a usted si no tiene con qué responder o buenos fiadores, los grandes bancos europeos dicen que ni un céntimo, o si acaso en condiciones brutalmente feroces.
De manera que al Gobierno, no le queda más remedio que «entrar por uvas» y someterse a lo que le piden en Europa, porque los bancos sin dinero no pueden prestarlo y si no se presta, no «anda» España, no produce, no se crea empleo, no hay ingresos por impuestos ni para la Seguridad Social, con lo que se va formando un «cerro» insuperable. Puntualicemos que la prensa publicó datos de bancos que ese dinero prestado con la garantía del Gobierno, en lugar de dedicarlo a prestar dinero, a atender las peticiones que le hacen, antes de nada sanean sus cuentas, para que sus dueños (los accionistas) no pierdan nada, a la salud de quienes si no tienen dinero… ya saben, no generan riqueza, no crean puestos de trabajo, sin puestos de trabajo no hay ingresos para la Seguridad Social y la situación se agrava como no habrá que explicar porque todos la estamos padeciendo. Bueno… todos, no; los granujas que sacaron el dinero fuera, los que lo tienen escondido, los titulares de cuentas sin nombre, no; ésos, amparados por la desidia de quienes deberían hacerlos vigilado, siguen triunfando, con lo que España sigue siendo lo que se lamentaban filósofos, escritores del XIX…
La solución, que echemos vergüenza todos, que vuelva la honradez, que no carguemos nuestras trampas sobre los demás. Hasta que no se haga eso… ¡recortes para los débiles!
Viene la que viene, y a la gente se le quitan las ganas de comprar pisos con tanta…