Ya está aquí septiembre y con este mes, el inicio de las clases. Antes ya han comenzado los profesores para engrasar y poner en funcionamiento el trabajo dejado listo antes de las vacaciones. Se van a continuar educando al presente y futuro de nuestra ciudad. Tiene que ser prioridad absoluta en todas las áreas.
En las guarderías ya están en pleno funcionamiento, una educación no obligatoria, pero sí necesaria y fundamental para las familias, para tener hijos y poder conciliar y trabajar padre y madre. De uno a dos años entre el hogar y la enseñanza, preparándose para los estudios obligatorios desde Infantil. Semana de adaptación de los más pequeños de la casa. Toca empezar un largo camino.
Habrá novedades con cambios en direcciones y profesorado por jubilaciones o traslados. Será el inicio de adaptarse al nuevo curso, con compañeros, horarios, normas, aprendizaje…
Una semana loca para adaptar los horarios del verano a los de despertarse temprano e irse antes a la cama. Días de probarse ropa y uniformes, de comprar libros y material, de quitar el verano como eje diario.
Los pequeños irán creciendo y Primaria y Secundaria marcarán sus próximos años. Son tiempos de manejo de las nuevas tecnologías, de saber mejor inglés que el que aprendimos. De tener todas las herramientas posibles para aprovecharlas en el conocimiento.
Pero también no perder tiempo ni habilidades como jugar fuera de casa, hacer deporte, verse con los amigos y familias, saborear la magia de leer, de aprender, de conocer más y mejor el entorno. Son años vitales para el desarrollo cognitivo.
También están los que pasan a Bachillerato o Ciclos Formativos si quieren seguir, ya sin ser obligatorio. Y pensar en el mercado laboral o la Universidad. En los últimos tiempos cada vez leemos más que en las aulas, se forja el futuro, las conductas, las habilidades, ya que en casa, hay cierto desapego por problemas de la nueva sociedad que se está creando.
Volveremos a escuchar viejas demandas de centros escolares, los problemas del uso del móvil, necesidades como comedores o transporte, el acoso escolar o la salud mental. Y la carencia de espacio en los institutos que se van quedando obsoletos.
Y lo hacemos un año más, echando en falta ese acto inaugural académico por parte de todos los centros, incluso comarcal. Una relación que sería positiva para todos, para conocer nuestros espacios educativos que cada vez cuentan con más y mejores sistemas desarrollados por sus profesores.
Seguro que dentro de las aulas, se estará preparando esa científica que investigue cómo frenar el cáncer, el matemático que encuentre la solución a los problemas de los números, el arquitecto que mejore la calidad de las construcciones, el comerciante que dará vida a un barrio, el futuro profesor, el autónomo que dará rienda suelta a su actividad imprescindible en nuestro día a día.
Pero sobre todo, esos niños y niñas, hombres y mujeres del futuro, que se formarán para defender unos valores de respeto, unidad y buena armonía, ojalá que para superar esta sociedad castigada en la pela, las distancias, la indiferencia. Que cada promoción que salga de nuestras escuelas, cambien ese ambiente que respiramos cada día en los diferentes ámbitos de nuestra vida. Que así sea.