Las identidades de las ciudades están formadas por sus gentes y su historia y dentro de ellas por todo lo que las hace diferentes. Antequera tiene infinitas posibilidades y dentro de ellas están los mantecados. Su presente y pasado están en este número, pero el futuro depende de todos, no sólo de los productores, sino de toda la ciudad.
Dejando atrás los organismos que se puedan crear (lo de la denominación de origen o lo de la Indicación Geográfica Protegida queda muy bien, pero en la práctica…), la ciudad debe de promover la marca “Mantecados de Antequera” y en ella albergar a todos los que produzcan este manjar navideño que se presenta con un campaña histórica. Nunca antes de habían producido más de 6.000 toneladas.
Para gustos sabores y no es plan de ponerse a decidir cuál es el auténtico o el mejor porque luego puede pasar como con los molletes, que el mejor dicho por los usuarios no está, que no hay productores y que desde fuera se hacen molletes sin problema.
Hay que ser positivos. Para ir por partes. El Ayuntamiento de Antequera intenta ofrecer una feria especial para todos ellos y espera poder éste o el próximo año, así realizarla. No sería mala idea hacer algo como lo del Bienmesabe más grande del mundo, pero con mantecados, roscos, polvorones o alfajores. Un fin de semana de fiesta…
Mientras, recordar a la Diputación, a la Junta de Andalucía y al Gobierno de España, que el primer enclave Patrimonio Mundial de la Costa del Sol tiene unos mantecados que exportan nuestro sabor por España, Europa y el mundo entero.
Por otro lado, pedir a los establecimientos hosteleros que pidan tener mantecados para ofrecerlos a los visitantes, a los turistas y en las cartas de bares y restaurantes. Hay bares en los que sin pedirlos, ponen un plato con estos dulces junto al café.
Recordarles a los colegios y colectivos, que hay que defender lo nuestro y si hay que vender mantecados… que sean de Antequera porque para eso somos una sociedad que se ayuda entre todos. Vivir y trabajar por esta tierra. Eso de ver lotes de mantecados de fuera para los fines de curso o polvorones de otros lados en supermercados o tiendas… como que no.
Hay que dejar de mirarse el ombligo y sumar. Hay variedades, precios y calidades para todos los gustos. Los hay hechos a mano, surgidos desde las oraciones de los conventos, dando empleo a decenas de personas, exportando a Asia, Europa o América… una variedad impresionante.
Y ya que hoy se busca la igualdad entre el hombre y la mujer… ¿saben que nueve de los dieciséis establecimientos que los elaboran están gestionados por mujeres y que entre el 80 y el 90 por ciento de los empleos son femeninos? Este sector se ha transformado y ya los hombres no presiden las inauguraciones y las mujeres, muchas de ellas niñas, trabajan. Ellas han dado un paso adelante y han hecho evolucionar el mercado.
Así que tras la aún mala experiencia de la unión del sector del mollete, con los mantecados podemos aprender de los errores y dar un paso adelante, uniendo, fortaleciendo y promocionando la marca “mantecados de Antequera”. Luego que elijan la marca, el sabor, el lugar y el precio… pero lo importante que es busquen y valoren estos productos que tienen sus raíces en la Antequera del pasado, con gran presente y con un futuro que puede ser base de Antequera y por qué no, su comarca.