Nos referimos a «la pela es la pela» que, exageradamente sin duda, se achaca a todos los catalanes, pero que desde luego no ha sido tenido en cuenta por el señor Mas y sus absurdos deseos independentistas. Un par de hechos, o tres, comentados por los medios informativos el pasado fin de semana, así lo destacan.
Por un lado, la advertencia de Europa, de que Cataluña independiente no tendría cabida en la Unión Europea, lo que equivale, además, a que no tendría como moneda el euro. ¿Cómo lo pensará solucionar el chantajista –por lo que dicen que expuso a Rajoy en su última entrevista– presidente catalán?
Por otro, el señor Mas, viajó a Rusia, acompañado de quien llamaba «ministro de Asuntos Exteriores de la Generalidad» y del consejero de empleo, para abrir el comercio hacia ese país emergente, mientras en más de una comunidad española brotan los primeros boicots hacia los productos catalanes, no por la fobia que en muchos sitios sienten no hacia los catalanes, que son tan buena gente como la que pueda haber en cualquier sitio de España, sino contra aquéllos que desprecian a las demás regiones o comunidades con sus exigencias y posturas. Con lo que ya hemos tocado «la pela», tema tabú para esos catalanes, y situación de las más temidas por los empresarios catalanes que tienen en el resto de España su primer cliente.
No ha faltado quien ha citado el ejemplo de un fabricante de uniformes de trabajo en una localidad tarraconense como una de las primeras víctimas. Con 20 trabajadores en plantilla y una facturación anual que apenas superó el millón de euros en 2011, esta pequeña compañía es una genuina representante del tejido empresarial catalán, formado por más de 600.000 empresas en activo, de las que sólo 22.000 exportan fuera de España, mientras el resto, tiene su mercado en otras regiones de España, según datos de la Cámara de Comercio de Barcelona. Pues bien; ese empresario tarraconense, anuncia que una gran empresa gallega, le ha anulado un gran pedido de sus uniformes como reacción al «desprecio de los gobernantes catalanes hacia Galicia», citándoles, por ejemplo las críticas catalanas a que el AVE –que ya cubre Cataluña, en acertada medida sin duda– llegue a Galicia. Y el fabricante de uniformes, advierte otro dato, diciendo textualmente, según «El Confidencial», que «Hasta la manifestación de la pasada Diada había manía hacia Cataluña; ahora, hay rabia. Yo me siento catalán a muerte, pero mi empresa no puede vivir sólo de Cataluña. Si no vendo en España tendré que cerrar». Más claro, agua. Es decir que el señor Mas, en lugar de hacer su experimento con gaseosa, que dice el popular aserto español, lo hace con pólvora, corriendo peligro de que le estalle en las manos.
¡Ojalá todo esto sirva para que los dirigentes independentistas catalanes, recapaciten y busquen su beneficio, pero sin tocar la unidad de España! Y, en todo caso, ¡ojalá nuestros Gobernantes se decidan a utilizar los medios –íbamos a decir «armas», pero vaya que se tome por otro lado…– que le brinda esa Constitución que para algunos es papel mojado!
