El último Pleno Municipal, demostró ser otro más de los que llevamos desde hace dos años, en los que inocentemente confiábamos en que cada cual actuaría como dijo en la constitución del nuevo Ayuntamiento, dispuestos a ir todos a una.
De las ganas de unos por ejercer su mayoría y de otros de actuar dentro del papel que les correspondía tras tantos años de gobierno, queríamos pensar en una idílica Corporación, en la que cada cual actuara de buen fe, abiertamente, olvidando lo que lucharon y se atacaron antes de las elecciones y sabiéndose adaptar cada cual a la voluntad de los antequeranos.
Pues pecamos de buena fe: el partido ganador, especialmente la alcaldía, intenta demostrar talante conciliador, encajando bien los ataques que se le dirigen, y derrochando magnanimidad en algunas situaciones; el otro partido, que podría “lucirse”, por ejemplo, colaborando con el Ayuntamiento y haciendo buenos los deseos de quienes les votaron, en lugar de ser defensores de las propuestas locales en la Junta de Andalucía, en la que la portavoz tiene que tener peso a pesar de haber abandonado sus grandes responsabilidades por lo mucho que hizo, no acierta a veces en su papel de oposición, con estampas impropias de su experiencia, como las del último pleno, en el que desmontaron una de sus propuestas, basada en datos erróneos –lo que es disculpable, porque acudieron, seguro que sin querer, a una fuente equivocada–, pero sin darse cuenta de que esa misma fuente había reconocido sus errores poco después y, en lugar de rechazar los errores, los mantuvo, ganándose reproches y quejas del portavoz del gobierno local, reiterados y “adornados” con insistentes peticiones de dimisión.
Cada cual debería reflexionar, sobre todo la “Oposición” –en la que el concejal portavoz de IU da ejemplo y demuestra preparación y moderación— para los dos años que quedan. Están en la Oposición y la mejor manera de actuar es cumplir lo que dijeron en la constitución del nuevo Ayuntamiento: colaborando, ayudando, campos en los que, insistimos, pueden hacer mucho en la Junta de Andalucía por la influencia que deben mantener en la misma, logrando que la Junta atienda lo que se le pide y no dé la sensación –que ni le “pega” ni queremos creer, pero que haberla hayla— de “castigar” a los antequeranos por haber votado mayoritariamente la opción que eligieron. Eso, ayudar a que la Junta sea justa, es lo que le viene bien a Antequera, eso es lo que necesita Antequera, y si lo hicieran así, no ayudarían a sus “rivales”, sino a su ciudad, demostrando al mismo tiempo su importancia.
Visto lo visto en un pleno, y en otro, y en otro, se debería rectificar, sacar el talante democrático que nos consta posee cada cual, e ir a lo que la ciudad necesita y puede conseguir, si vamos todos a una y no… como vamos. A tiempo estamos. Como dice la fórmula de las tomas de posesión, si así lo hicieran Antequera se lo premiará; si no…
