O eso parece. Verán: se cuenta que hablando un presidente de EE UU, con un alto político norteamericano, comentaban los beneficios de la democracia y el personaje influyente, indicó al presidente: «La mejor demostración de que gracias a la democracia en Estados Unidos cualquiera puede llegar a ser presidente, la tenemos en usted…».
Es fácil imaginar la cara que pondría el presidente en cuestión. Bueno, pues a la hora de elegir ministros, Zapatero, que podrá ser lo que sea, no puede querer protagonizar, como presidente del Gobierno, la que le está cayendo, de desastres económicos, de evaluaciones sobre nuestra Economía en el extranjero, de aumento del paro, de los granujas que salen como hongos por todo el panorama nacional, bajo cualquier signo o color…
Zapatero está acusando «tener que recurrir a cualquiera» para ocupar determinados puestos, el tener que elegir entre «políticos» –que los hay muy buenos, pero también… menos buenos– y no entre técnicos en cada materia que es lo que hace falta y lo que hacen en muchos países que nos aventajan.
No vamos a seguir el paso a quienes se dedican a destacar las pifias que, errare humanum est, cometen los políticos de todo el espectro parlamentario, pero hay casos que chirrían, como el de alguna ministra a la que no se le ocurre más que «apostatar de las películas de Disney», «porque en todas se utiliza a la mujer, como una tonta, o una retrasada». De niña, la señora, sería de las pocas que no vio «Blancanieves», «La Cenicienta», «la Bella Durmiente» y toda la secuela en la que no recordamos ninguna «tonta o maltratada por el género masculino», sino, al contrario, admiradas por sus príncipes, por los enanitos, por los animalitos del bosque…
Ya decimos que no queremos sumarnos a la corriente del «pim, pam, pum» contra los gobernantes, pero los comentarios de la señora ministra se las traen… Y nos imaginamos que dichos ante un auditorio fiel, la aplaudirían y todo, aunque en su casa, sus hijos pequeños, hijas incluidas, le estarán preguntando que cuándo sale «Tiana y el sapo»…
No envidiamos ni a Zapatero, en este caso, ni al jefe de quienes inventen «paridas» de este tipo, y hasta piensen que se justifican el nombramiento y los sueldos que llevan parejos… Por suerte, en muchos gobiernos autonómicos, suelen abundar personas preparadas que sí que buscan soluciones a lo que necesitamos, que no es precisamente que nos digan que La Bella Durmiente era tonta. O que fue maltratada… El Presidente, debería remodelar el gobierno, como se pide desde todos los ámbitos a la vista de que el que hay no le da resultado, y darse una vuelta para conocer cómo funcionan determinadas Consejerías en muchas Comunidades, y cerrar la boca a quienes tienen paridas como la que comentamos o a quien pide que en el Senado, se hable en «todas las lenguas», lo que equivaldría a precisar traductores para que todos se enteren de todo. Cervantes, habrá dado un bote en su tumba…