Esta semana ha sido el jazz, el próximo fin de semana será el blues. Antequera necesita vida cada día, cada semana, cada momento para llenar sus calles y barrios de vida. Con un presupuesto y esfuerzo mínimo, lo vivido este martes en San Francisco y miércoles en La Negrita, muestra la diferencia de ser un pueblo a una capital. La ciudad precisa de más vida y actividades como las que vivimos estos días.
Si le unimos las iniciativas de Mollete Kolektiv este verano en el Patio de Caballos de la Plaza de Toros, tendríamos un variado repertorio cultural y de ocio que darían vida a los rincones de la ciudad.
Cuando veníamos de la Negrita y pasamos junto al desangelado templete de la música del Paseo Real, nos preguntamos: ¿por qué no se le da uso todo el año como se hacía hace decenios con la banda de música?
Antequera tiene título de ciudad y mucha historia, pero hay que darle vida con aires de capital. Convertir los veranos como escuelas de música y otras artes, podría darle esa oportunidad a quienes están empezando. Ya que están asentadas las terrazas de la hostelería, ¿no es el momento de una programación para ellas? Conciertos, monólogos, espectáculos… Todas esperan una llamada.
Seguro que hay muchos jóvenes, grupos e iniciativas que sólo precisan del empujón de un ente organizador que les dé un escenario.
No será problema de presupuesto porque seguro que con el dinero de un grupo de música de feria, se tendría para casi un año entero de actividades de este estilo.Antequera no tiene playa, ni palacio de ferias, y dos años y medio sin su teatro Torcal, pero necesita buscar alternativas. Iniciativas como las de Tu Historia que, además de ofrecerlas en sus recintos, seguro que junto al colectivo de teatro local estarían dispuestas a desarrollarlas en los rincones mágicos que aguardan por nuestra ciudad.
Estamos a final de julio y un año más esperamos esos recuerdos del cine de verano, de grupos e iniciativas que ya se realizan en barrios, pero que se les tiene en falta en el centro, en la zona de paseo, eclipsada este año por las obras en calle Infante don Fernando.
Si es tarde ya, ahí está el verano de 2023, tras el reseteo de ideas y propuestas que ofrecen unas elecciones. La Cultura, como la Educación y la Sanidad, tienen que ser prioridades en una sociedad libre, abierta y llena de vida.
El futuro de nuestra historia pasa por el presente y oportunidades a los que viven hoy. Que la falta de oportunidades no sea el motivo de truncarles su sueño. Que Antequera sea distinta no sólo por los monumentos y su historia, sino también por el arte de sus vecinos que pueden llenar de vida el día a día de sus calles y plazas.
Que a los sonidos estridentes e insoportables de las motos y coches que hacen de las calles un circuito de velocidad incontrolado, se una la dulzura, la alternativa, la necesaria presencia de música, poesía, arte y otras escenas. En una ciudad caben todos, pero hay que dejarles las puertas abiertas. Y la Cultura pide su espacio y sitio.