Lo que pasa en Cataluña es fruto de las apetencias de quienes quieren seguir en sus cargos superbien remunerados, mientras hay tantos problemas en sus hospitales, en sus farmacias por citar casos muy graves en los que hay en juego la vida de personas, ni más ni menos. Y esa avaricia propia de inútiles que no tendrán qué hacer fuera de sus chollos o están mucho peor pagados, ha encontrado un apoyo impensable en muchos catalanes, sobre todo jóvenes, que, literalmente odian a España.
Ese odio no es sino fruto lógico de algo que han mamado desde chicos con los libros de texto adoptados por sus autoridades docentes, en los que se presenta ignominiosamente su nación, como algo que les ha robado desde siempre, que se aprovecha de ellos y cosas por el estilo. Naturalmente, hay quien no cae en esa trampa y se preocupa de investigar por su cuenta y enterarse de la verdad de la Historia, sin manipular, pero, por lo que se ve, hay quien se queda con lo de los libros de texto de la Generalidad en los que se vuelcan esas inmundicias.
Lo triste no es sólo eso, sino que se deja estudiar esas cosas, elegidas por tan malos españoles contra su propia nación, pero la culpa no es sólo de ellos, sino de quienes les dieron poderes para hacerlo, es decir, el Gobierno de turno, cuando les dio facultad para ello, cuando era una de las asignaturas que tendrían que estudiarse igual en todos los colegios de España, y no el caso que se da de que en unos sitios se estudian sucesos, capítulos de nuestra historia, de una manera y en otros, de forma muy distinta.
Y no es sólo eso, el tema de Cataluña, sino que en libros de Historia que se estudian en Andalucía (Historia de España, 2º Bachillerato Logse, de Algaida, autores Burgos Alonso, Armesto Sánchez, Calvo Poyato, García Benítez, Jaramillo Cervilla, Martín Guerrero…) entre los yacimientos prehistóricos andaluces, se citan Nerja, Orce, Piñar, Los Millares, Albuñol… ignorándose los más importantes de Europa al decir de quienes sí saben de esto que destacan el papel de los Megalitos de Antequera… O en la época de la Reconquista, ni se mencionan El Infante Don Fernando o Antequera, considerados por los buenos historiadores como punto clave.
Se dice ahora que el Ministerio de Educación quiere recuperar para todo el territorio la asignatura de la Historia. No pretender “comerle el coco” a nadie, sino algo lógico como que todos los niños y jóvenes –catalanes obviamente incluidos— estudien la misma Historia de su país, y no según la región o comunidad.
Ésta es una medida que debería aplicarse con la misma energía con la que el presidente del Gobierno reaccionaba ante el “pleno” del pasado lunes en Cataluña y su sarta de disparates; esto debería estar en marcha ya, y si no es posible para este curso que sea imprescindible para el que viene, haciendo que sea la lógica la que impere y no el odio que tienen a su patria esos malos españoles, alentados por las barbaridades que dicen los políticos que llevaron al poder.
