Ya sólo queda la prudencia y el uso de las mascarillas. Con la procesión del domingo 26 de septiembre del Señor del Rescate, la ciudad ha recobrado la vida que perdió en marzo de 2020 con el inicio de la pandemia. Es deseo de todos que se siga progresando y no tener que ir para atrás.
No era Martes Santo, ni Semana Santa, pero dejó muchos detalles que seguro las cofradías analizan y toman para sus próximas procesiones. La hora: salir de día, a las 18 horas, es bien recibido por las familias que tienen niños pequeños y para las personas mayores a quienes les cuesta estar avanzada la noche. Quien sale en ella, lo mismo es una hora antes que después, pero la repercusión siempre es mayor cuanto antes se sale.
Lo comparten los hermanacos: ver a niños mirando al Señor y preguntando por Él, merece la recompensa el esfuerzo de organizar una procesión en menos de una semana. Muchos de los que tienen hasta incluso 5 o 6 años, casi no recuerdan una procesión en la calle. Y qué decir de las madres que llevaban a esos pequeños nacidos en tiempos de pandemia.
El recorrido. Aunque fue algo extraordinario, lució el paso por la Cruz Blanca al principio y por Lucena de día. Quizá lo inusual fue lo que llamó la atención, pero si comparamos con un Martes Santo… puede que sea otra oportunidad de dejar lo estricto del recorrido oficial y pedir, según los casos, otras alternativas. El barrio siempre responderá, pero el resto de calles… Mientras más temprano, mayor respuesta.
El Señor. Fue el centro de la procesión, no hubo otros elementos que sobresalieran sobre Él. Además de ser una procesión extraordinaria, el hecho que sea una imagen con tanta devoción y que no ha salido fuera de su fecha, lo hizo que escribiera unas páginas de historia. Su solemnidad de estar en su nuevo trono, le impregnaba de una majestuosidad impresionante. Quizá ahora más que nunca, se puede entender lo de “Moreno de la Cruz Blanca”, una forma cariñosa de llamarlo por algunos devotos, al Señor del Rescate.
Calle Duranes. Será complicado pasar por ella para algunos palios, pero el sentimiento que ofrece es digno de emular. Los Estudiantes así lo hicieron al recuperar su increíble paso por ella. Y varias cofradías, entre ellas el Rescate (el giro es del estilo de los de la calle Toronjo con Taza y La Vega), podrían estudiar incorporarlo en su trayecto.
Hermanacos. Son el reflejo de la Cofradía en la calle. Se cuestionaba el uso de las mascarillas, y ahí estuvieron con ellas puestas todo el rato. Un día donde se unieron los del Señor del Rescate y la Virgen de la Piedad. Optaron por no llevar el capuz y lo dieron todo.
Plaza de San Sebastián. Es la iglesia mayor, debería de ser el punto central de la estación de penitencia. Es la cofradía que no pasa por ella en su procesión. Quien estuviera el domingo en ella, comprobaría la gente que acudió y el “encuentro” entre las dos imágenes del Señor que más devotos tienen en sus procesiones de Semana Santa. Lástima que no se incorpore ese tramo cada año.
El domingo era la única procesión y atrajo a visitantes de provincias próximas, pero en Semana Santa es otra cosa. Para que los de aquí no se vayan fuera y para que las procesiones sigan cumpliendo su finalidad, las cofradías deben analizar su situación y cómo mejorar su buen discurrir y que llame la atención de quienes buscan la fe en Ellas. Seguro que habrá cambios próximamente…