La Real Feria de Agosto de Antequera de 2018 trae consigo varias novedades que vislumbran que por fin llegan grandes cambios tras un fuerte empuje en 2005 con el traslado al Recinto Ferial del Parque Norte y superada la gran crisis que se ha vivido, que languidece aunque sigue presente.
La máxima novedad este año ha sido el Paseo Real, donde se han montado 13 casetas y se ha dado vida al templete con actuaciones musicales, así como el Ayuntamiento ha promovido en el entorno los concursos de porra antequerana, trajes de flamenca, vestimenta típico y concurso de caballos.Los caseteros que han participado se muestran contentos con las facilidades que se les ha brindado desde el Ayuntamiento, la respuesta del público y el resultado de la misma. Por su parte, las casetas que se venían montando en San Luis, Duranes y San Francisco, así como zonas de hostelería en la zona del Mercado y Coso Viejo, han visto mermada la afluencia del público, deseando que para próximos años, tuvieran alguna actuación o actividad en sus zonas próximas.
Pero el Paseo fue de nuevo lo que vivimos hace poco en San Luis, la Alameda, Plaza de San Francisco o Calzada, un lugar de encuentro, de fiesta, de baile, de ocio, que debe ser la clave de la Feria de Día. Luego, la noche, tuvo cambios, el nuevo espacio para el ocio nocturno y una isleta con tierra y arbustos que fueron bien recibidos para sentarse en las esquinas. Ahora se espera que para 2019, se haga una reestructuración de la feria de noche, se busque un “gancho” como el del Paseo Real en la Feria de Día. Se acomode el “botellón” y se incentiven las casetas andaluzas y de juventud.
Y por otro lado, los concursos de porra antequerana, de trajes y de caballo, precisan de más implicación de los antequeranos y visitantes. No puede presentarse solo un traje local. Hay que incentivar su confección, dónde comprarlos, cómo hacerlos, más premios para que se pueda ampliar la presencia de los mismos. Estamos seguros que tras su puesta en marcha, se conseguirá en los próximos años. Ver a la Regidora y manolas vestidas, por ejemplo, con el traje típico, como veremos en Ronda estos días.
En cuanto a los Toros, no nos quedamos sin feria taurina tras los problemas internos de las empresas. Jorge Buendía nos salvó y consiguió unos grandes carteles, donde falló el ganado y el público, que debería haber respondido más.Y de las actuaciones, infinidad de personas venidas de otros lugares para ver a grandes músicos y grupos, congregando hasta 10.000 personas en algunos de ellos, destacando Morat y Niña Pastori.
En definitiva, una positiva Real Feria en la que se demanda que para el 2019, se desarrolle el cambio del Paseo Real, se estudie qué hacer con las otras zonas del Centro y se empiece a trazar un plan de remodelación del Recinto Ferial y cómo conseguir que proliferen las casetas andaluzas y de juventud para llevar la fiesta a la noche, que es el origen de la etapa de la Real Feria como lugar de baile de sevillanas, de rumbas y de trajes típicos.