Hay iniciativas en nuestro día a día, que seguimos sin comprender. Se invierten unos 400.000 euros en un carril bici que se sigue sin utilizar en Antequera, mientras que hay otro “carril”, el del Camino de Matagrande, que precisa de una limitación para el peatón, pero que no lo tiene a su disposición.
Nos decía un caminante: “¡Hasta que no muera alguien, no lo van a arreglar!”. Esperemos que no haya que lamentar víctimas, pero el uso de esta vía, obliga a buscar financiación para remediar el problema. Los coches circulan, pero los peatones invaden la calzada, al carecer de acera.
Es un nuevo ejemplo de la visión poco realista de las grandes administraciones. Piensan en necesidades no prioritarias, pero no en lo básico. Una obra necesaria, un camino preciso, necesario, que pide una inversión, de ésas que a veces se dan sin sentido para otros menesteres.