El peatón sigue siendo el último invitado por las calles de Antequera, como demuestran las obras del gas natural por el acerado de la Plaza de San Sebastián.
Quienes hayan estado esta semana entrando o saliendo a la Plaza desde o para la calle Infante don Fernando, se han tenido que jugar el tipo al tener que ir por la calzada, ya que las vallas durante la mayoría de las obras, impedían el tránsito. Incluso muchos fieles del templo han tenido que pedir un milagro para acceder a San Sebastián.
Seguimos sin entender cómo se les deja que levanten las calles, y luego no las dejen cómo estaban. Sólo hace falta pasear por las ya «arregladas» para ver las diferencias. Las losetas se han quitado sin cuidado, rompiendo muchas de ellas, y recolocándolas destrozadas y rotas.