Muchas han sido las ocasiones en la que a través de este periódico, los vecinos han denunciado las pintadas en paredes, aceras, mobiliario urbano… en distintas zonas de la ciudad.
Si antes estaba considerado como un hecho aislado y una mera anécdota, en la actualidad comienza a ser más que preocupante, ya que últimamente no se respetan ni los monumentos de nuestra ciudad y más en zonas puramente turísticas.
Un ejemplo de esto ocurre en plena Plaza del Coso Viejo junto a edificios tan señeros como el Palacio de Nájera, el Museo de la Ciudad o el Convento de las Catalinas, donde las pintadas obscenas hechas con “spray” de graffitis abundan en cada rincón sobre todo junto a la fuente donde también hace algunos meses fue objeto del robo de las bocas de cobre donde sale el agua. ¿Alguien podría parar este descontrol en Antequera? ¿Falta civismo cada vez más entre los ciudadanos?