Los vehículos de mayor tamaño que pasan por la Plaza de San Bartolomé sufren desde su reciente remodelación dificultades para atravesar la calle, debido a que el carril que rodea la fuente es demasiado estrecho.
Es la conclusión que se vislumbra tras los no pocos incidentes sufridos por camiones de servicio, entre otros, que ya se han llevado por delante más de un bolardo de hormigón, siendo continuamente reparado por el servicio de mantenimiento del Ayuntamiento de la ciudad.
Tras la remodelación de la zona, ahora se cuenta con mayores zonas verdes y accesibilidad, dejando espacio para pasear por la misma, tras formar parte la fuente de la propia plaza, dejando de ser una mera rotonda.
Pese a ello, resulta un paso demasiado estrecho para los vehículos más grandes, que atraviesan por dificultad un carril con poco espacio de maniobra.Las obras estuvieron enmarcadas dentro del Programa de Fomento de Empleo Agrario 2018 (PFEA). Intervinieron 50 trabajadores, 10 de ellos oficiales y los otros 40 peones. El presupuesto global superó los 268.000 euros.