Ninguna cofradía debe pasar lo que se está padeciendo en los Servitas. Estamos seguros que como cofrades y cristianos buscarán ser ejemplo, pero lo formado desde los cabildos para salir por la mañana, no ha cesado: sigue dividiendo. ¿Quién se atreve a intervenir, aconsejar o mediar para que vuelva la tranquilidad? La devoción no puede ser la perjudicada.