El inconveniente de tener tantos monumentos declarados BIC (Bien de Interés Cultural) en Antequera, es no poder actuar en casas, pisos y locales anexos, sin el permiso de las autoridades culturales y urbanísticas, lo que provoca lentitud a la hora de permisos y licencias.
Los comercios que reforman o quieren abrir en el casco histórico, deben pasar un examen escrupuloso a la hora de elegir piedras, mármol, rótulos, iluminación, materiales… Pero, ¿y las empresas de servicios que utilizan las aceras y calzadas? Si levantan una zanja sobre el asfalto, deberían de dejarla como estaba, y no con cemento. Y si levantan una loseta, poner una igual, y no como está pasando frente a Madre de Dios.
Si todos somos iguales, también lo tenemos que ser en estas exigencias lógicas, por tener tantos monumentos. Las fotos adjuntas lo dicen todo. ¿Quién actúa y hace respetar lo que se le exige a un comercio o vecino en estas zonas? Más información, edición impresa sábado 11 de octubre (pinche aquí y conozca dónde puede adquirir el ejemplar) o suscríbase y recíbalo en casa o en su ordenador, antes que nadie (suscripción).