Pasar por la Plaza de San Sebastián y ver a grupos de visitantes, guiados por empresas locales, es la demostración que se hacen bien las cosas.
Además, en esta época de los mantecados, el turista aprovecha para visitar los hornos y llevarse esas delicias a casa. Es la riqueza de la ciudad en los últimos meses del año con el mantecado de Antequera como bandera.





