Los días de calor traen la apertura de un nuevo parque, la transformada Glorieta de Rojas Pérez donde se puede pasear, sentarse en bancos y conocer la vida de varios perros.
Queda pendiente la parte más próxima a la Avenida de los Colegiales. Se recupera un espacio que lleva tiempo esperando su apertura y que uno de sus últimos usos fue zona de “botellón”.