Si hubiera que elegir un palabra que resumiera el pregón del 2025 sería la del amor. Derroche de amor de Pablo Javier Guerrero Clavijo en el Pregón de la Semana Santa de Antequera que tuvo lugar en San Juan de Dios en la tarde-noche del sábado 5 de abril. Amor a su tierra, a sus devociones, al recuerdo de su padre y a la pasión a su mujer que le regaló una saeta primorosa al Señor del Rescate.
Fueron 1 hora, 34 minutos y 21 segundos de pasión, de fusionar verso y prosa, de exaltar con su voz lo que sus devociones le aportan desde niño, con el Nazareno de la Sangre y la Virgen del Socorro como ejes de su Semana Santa. 12.274 palabras del sueño de un niño que soñaba con pregonar a su tierra y lo consiguió en el 2025, en el año del 75 aniversario del primer pregón de la Semana Santa, de los 35 años que lo hiciera su padre Ángel Guerrero o 20 de su maestro, Manuel Barón.
Pablo empezó exaltando lo que siente por Antequera: «Te busco… y no te encuentro. Te busco… y no te encuentro madre. Te busco… entre la inmensidad de un mar de verdes olivares… o de grises torcales.
Te busco… entre enamoradas peñas y dólmenes ancestrales. Te busco entre vestigios imperiales, en villas, efebos, mosaicos… en Alcazabas de sultanes. Te busco en colegiatas colosales, entre Remedios y Cármenes, En iglesias celestiales. Es más, ¿por qué no…? Te busco también en Navidades, entre letrillas y coplas de Carnavales. Te busco en los farolillos de tus dos Ferias, y en tus tres veces, tres, fiestas patronales.
Así puso el listón muy alto, los primeros aplausos y su declaración de intensiones: un derroche de amor por su tierra, por su Semana Santa, por su familia del ayer y del hoy. Pablo Javier hizo un pregón políticamente correcto, donde exaltó a cada cofradía, buscando lo más destacado de ellas, aunque se le notó que el Nazareno de la Sangre, el Nazareno de Antequera, y la Virgen del Socorro, confluyen como hijo y madre en su corazón.
Pregonó en un atril central, con el escudo de Antequera y el detalle de una rosa malva en su pies, en recuerdo de su tío Antonio, fallecido dos días antes. A su derecha, el Pendón de Antequera, y a la izquierda, el guión de la Agrupación. Flanqueados por seis hachones, que fueron apagándose casualmente durante su exaltación y quedaron finalmente dos encendidos. ¿Los dos sueños que le quedan por cumplir en su vida?
Tras él, ante el barroco retablo, unos damascos hechos con amor por su madre, luciendo en el centro, un tapiz del siglo XIX, bordado con la jarra de azucenas, que se expone bajo cristalera en la sacristía de Santa María. Y a ambos lados del crucero, los guiones de las nueve cofradías agrupadas.
En primera fila, el arcipreste Antonio Jiménez, el alcalde Manuel Barón, la presidenta de la Agrupación Trinidad Calvo, la viceconsejera Ana Corredera, entre otras autoridades de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento. Los hermanos mayores de la Agrupación, salvo los de la Pollinica y Dolores, que no estuvieron en uno de los actos centrales de la Semana Santa.
Hubo concierto previo por la Banda de Música de la Paz, interpretando las marchas ‘La Estrella Sublime’, ‘Valle de Sevilla’, ‘María Santísima del Amparo’, ‘Pasa la Virgen Macarena’ y ‘Rocío’ (un canto de amor al nombre de su mujer y al Nazareno de Antequera). Francisco José Almudever López dirigió a la banda de la capital que se estrenaba en Antequera e hizo disfrutar al público presente en el patio exterior donde empezó el acto.