Alguien dijo aquello de año nuevo vida nueva. Acertó de pleno; tres semanas llevamos de un 2025 que no dejará indiferente a nadie a nivel regional, nacional e internacional. En Venezuela, sin haberse hecho públicas las actas con los resultados oficiales, nos encontramos a Maduro de presidente después de las numerosas intenciones de algunos mandatarios que se quedaron sin ejecución en favor de Edmundo González. Con Trump en el poder todo será posible de llevarse a la práctica. A escasos días de su toma de posesión se adelanta a Biden afirmando y sellando, según él, el cese de las hostilidades luego del acuerdo entre Hamás y los israelitas. ¿Se ha hecho necesario algo más de un año con tantas muertes y asesinatos para llegar a acuerdos de paz? Su declaración con claro afán expansionista de Canadá, Groenlandia y la ocupación y el control del canal de Panamá son la mejor muestra de que EE UU tiene a sus pies no el fantasma chino, sino la realidad de una economía que sin gastar en excentricidades y sin mandar cohetes ni misiones a la Luna, pero trabajando de Sol a Sol, se ha puesto por delante de la americana. El gigante asiático, el ora et labora del siglo XXI, ya ha hecho daño y lo que está por venir puede dejar consecuencias irreparables desde un punto de vista económico. Habrá que esperar y conocer el programa que quiera ejecutar Donald Trump pero no se esperan otras políticas que las de refuerzo, expansión y control de Europa. ¿Quién dirige la OTAN? Toda Europa como el mejor y más fiel vasallo de EEUU que no está ahorrando esfuerzos en demandar nuevos estados. La Europa ausente se volverá a fortalecer para gusto y regocijo del magnate populista, conservador, neoliberal…
A nivel nacional nos encontramos con la resurrección de Franco. Carlos Arias, carnicerito de Málaga, nos decía hace medio siglo: ¡Franco ha muerto! En nuestros días, el presidente del Gobierno, para desviar la atención del año negro que nos dejaba con su gobierno en el 2024, lo ha resucitado: ¡Franco ha vuelto! Rodeado de corrupción en su familia, en su partido y en el gobierno no tenía muchas alternativas. La vuelta del caudillo dejará un 2025 en el que los actos minarán y ensuciarán el papel relevante y eficaz de la Transición española. Franco y los actos, en los que será más que recordado y paseado, enturbiará las mentes más frágiles y no permitirá al pueblo mover ficha; no se está preparado.
Todo con un claro efecto: la recuperación del poder regional. Sánchez coloca a su mejor torpedo en Andalucía, sin pelos en la lengua y sin sentido del ridículo cuando habla y se expresa. Es la ministra María Jesús Montero, la que ni corta ni perezosa se vuelve a Sevilla, según ella, a poner orden. Nada le es imposible a Sánchez. Su gobierno con separatistas, herederos de los asesinos de ETA, golpistas de Cataluña y un largo grupo de políticos palmeros que nunca trabajaron ha sido todo un triunfo si consideramos que nadie se ha echado a la calle para denunciar y protestar por que el jefe del ejecutivo diga en vivo y en directo que los jueces están en connivencia con la derecha. Del fiscal general, mejor ni nombrarlo. Con ese terreno abonado ha visto fácil colocar a su más fiel escudero como candidata para Andalucía.
Agotado y con poco gusto en la militancia, Juan Espadas se vio obligado a agacharse y dar un paso al lado para dejar pasar a la ministra Montero. Sánchez sabe y conoce bien a su vocera, y en un partido, en estos momentos sin rumbo, desorientado y hundido que además de perder la Junta sucumbió con la pérdida de ayuntamientos y diputaciones, la ministra María Jesús es la mejor carta para devolver la ilusión a los socialistas andaluces. ¡Echan de menos ir por los espacios públicos pregonando lo que para ellos no quieren pero permite alimentar y dejar cebados a los estómagos agradecidos! Con Franco de vuelta, la derecha siempre acomplejada y un enorme bloque de advenedizos y palmeros –colocados en organismos locales y provinciales gracias al Partido Popular– lo va a tener difícil. A María Jesús Montero no le va a temblar el pulso y la sonrisa de Juanma Moreno no le valdrá de mucho.
En Andalucía, granero del PSOE, los socialistas echarán toda la carne en el asador para así recuperar aquellas barbacoas en las que muchos dirigentes debían echar todo el dinero que tenían no solo para asar vacas sino para limpiar las ingentes cantidades del fraude de los ERES. El espectáculo del 2025 no ha hecho más que empezar. El panorama se presenta atroz. Vodeviles en manada donde algunos producirán infartos de risa y otros dejarán escenarios para salir corriendo y que se salve el que pueda. Siempre les quedará Google donde el hermano del presidente encontró su actividad para conseguir un enorme botín sin conocer cuáles iban a ser sus tareas.