La DANA (siglas de Depresión Aislada en Niveles Altos), antes conocida como GOTA FRÍA, ha dado mucho que hablar estos días: que si el gobierno central, que si las autonomías, que si la política de construcción de pantanos fue buena, que si la política de destrucción de pantanos es mejor… El resultado final es que han caído muchos litros por metro cuadrado en muy poco tiempo, y que se han perdido muchas vidas y muchos enseres. No podemos dejar de mencionar otras GOTAS FRÍAS que descargaron mucha agua sobre nuestro país, cuando la palabra DANA no era de uso común. Recordaré que en agosto de 1983 hubo grandes inundaciones en Bilbao y en la costa: Bermeo fue especialmente dañado. Yo estaba de profesor invitado en una de las grandes Universidades, Drexel de Filadelfia, y me hice eco de una foto que dio la vuelta al mundo: un guardia civil que llevaba a hombros a un bermeano, salvándolo de una muerte segura. Aquel guardia civil no se hacía preguntas sobre la personalidad de aquel bermeano a quien había salvado la vida…
La GOTA FRÍA más reciente –DANA– ha tenido lugar estos días, coincidiendo con las grandes celebraciones de HALLOWEEN, fiesta pagana, “importada” de los Estados Unidos, aunque no tiene su origen allí. Como todo lo vacío, hemos importado esta fiesta. Somos, quizá, la sociedad occidental más cristiana que ha olvidado su tradicional fiesta de todos los Santos y el día de recogimiento rindiendo homenaje a nuestros difuntos.
No puedo olvidar que en mi primera estancia en los Estados Unidos en 1971 fui invitado a cenar con mis colegas del laboratorio de Bioquímica de la DREXEL University. Empecé a ver a todos mis conocidos disfrazados y a oír historias de miedo, como sonido de fondo; más tarde comprendí que aquel fue mi primer día de HALLOWEEN, sin yo saberlo. Fue uno de los HALLOWEENS del “pícaro” NIXON (No olvidemos ni aquel estúpido WATERGATE, ni a su ministro de “justicia” MITCHEL). (Hace pocos años conocí a un miembro de la CIA que había participado en el WATERGATE y supe mucho más del “pícaro” NIXON). En aquellos jolgorios de HALLOWEEN, decidí que aquella fiesta iba a ser siempre como en España: día de todos los Santos y día de los difuntos. Dejemos para otros el tipismo y la “originalidad” del HALLOWEEN. Y así pasaron otros presidentes, como CARTER, hasta que llegó REAGAN a poner orden en aquel maltrecho país, y en la HALLOWEEN, que viví allí; siempre sería para mí la fiesta de todos los Santos, y de mis recordados difuntos.
Y ahora me pregunto si la reciente DANA, ocurrida en la fiesta pagana de HALLOWEEN, no se ha vengado algo de esta sociedad, que hereda casi todo lo americano, menos lo bueno de ese gran país, Una sociedad que trata de olvidar sus principios, que cree que tiene todo y que es dueña de todo, hasta de los cielos…