He leído un poco sobre la vida de Gloria Steinem, premio Princesa de Asturias a la Comunicación y Humanidades. Una mente lúcida que tardará poco en ser nonagenaria. Los surcos de su cara dan sobradas muestras de todo lo que ha vivido. Una luchadora por los derechos civiles y feminista convencida, que se siente inmensamente feliz por los cambios en positivo que se han dado en estos dos campos.
En cambio, le preocupa el futuro, los jóvenes que vivirán en las próximas décadas. Convencida de que la única forma de preservar el medio ambiente es cambiando la conciencia de todos, nos invita a que seamos conscientes a la hora de comprar los productos que consumimos. No es solo forzar al gigante, es modificar nuestras conductas personales.
David Attenboroughg, una autoridad en la materia, ha dicho en la reciente conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, que se está celebrando en Glasgow, que se nos acaba el tiempo. Este científico de 95 años, señala el peligro que tendrá el planeta si aumenta grado y medio su temperatura. Ha ido más lejos, si la destrucción de la Tierra sigue al mismo ritmo que venimos contemplando, tendrán problemas de supervivencia, no solo los futuros habitantes, también los jóvenes de ahora.
Si todo empieza de abajo arriba y el primer escalón nos toca a todos por igual. Podríamos intentar dar un respiro a la atmósfera. Hay mil maneras. Y solo nos hace falta la voluntad para adquirir nuevos hábitos. Desde Antequera, un punto geográfico privilegiado, donde siempre está el cielo azul y es posible oír a los pájaros, parece una atrocidad lo que nos dicen los expertos. Seguro que hablan para otros.
En este punto, vivimos más de cuarenta mil habitantes, tenemos demasiados coches y circulan más del tiempo necesario. Somos vagos y reacios al transporte urbano, que tiene buen servicio. Probablemente hay muchos puntos en el Planeta similares al nuestro, que si los ciudadanos y las autoridades competentes quisieran cambiar y plantar cara al desarrollo incontrolable, seguro que la vida en la Tierra se alargaría un poquito más.
