A Cayetano Romero. In memoriam
¡Oh tierra! Muerto a muerto, vistes
melancolía otoñal en los rastrojos
tras la lluvia. Ablandado el espino
-y amortiguado el tacto del pisar-
es bendición, es alma.
Suprema contención que dice:
«¡Ven!» y despidiendo acoge.
¡Oh discreción tan leve!
¡Almo silencio acontecido al irse!
Gota a gota acude. Blandamente acude
al irse ¡Oh mar en calma! ¡Tierra por yacer!
¡Oh muertos! ¡Oh lluvias! ¡Oh blanduras!