Antequera, ciudad de arte; Antequera, ciudad sin maletas; Antequera desde el corazón… y así podríamos estar enumerando eslogan que han pasado, están y que intentan vender una ciudad que se vanagloria de cultural y artística, pero en ella el arte está de luto al confirmarse que la última lámpara que ilumina el lienzo blanco de nuestros sueños se apaga y deja a la ciudad y la comarca sin Cine.
Aquellas tardes de fin de semana, o días de entre semana que uno buscaba para dejarse llevar, evadirse entre historias y personajes que convertían por instantes ese día en un bonito viaje hacía lejanos mundos o realidades latentes, surgen con fuerza en nuestro recuerdo intentando agarrarse a una triste realidad. Antequera no tiene Cine. Lo escribo y cuesta trabajo asimilarlo.
Lejos de los movimientos internos de la empresa encargada, pienso si los antequeranos, los dirigentes de la ciudad y otros estamentos nos preocupamos de mantener viva una ciudad que sólo se mueve por determinadas temporadas y celebraciones. Si, hay que ser honestos con nosotros mismos. Reflexionar con el modelo de ciudad, de participación… Jamás hubiésemos pensado que la ciudad quedaría sin Sala de Cine. Ante este artículo, pasan recuerdos hasta la infancia, lecturas y fotografías de la historia cinematográfica de la ciudad y su unión al séptimo arte. A eso, añadir el enorme movimiento social y económico de una sala o salas en la ciudad. En estos casos, es cuando la ciudad necesita de sus antequeranos, dirigentes, empresarios y poner sobre la mesa soluciones, pero soluciones a la altura de la ciudad, no los acostumbrados parches que no hacen más que dañar en el pasar del tiempo, siendo a veces peor el remedio que la enfermedad.
Antequera está enferma de arte cinematográfico. Pero la solución está, al igual que en otras facetas que se celebran y manifiestan en Antequera, en apoyar cada evento, cada iniciativa. Sólo así se remontará múltiples carencias que posee en este aspecto la ciudad. Apoyemos, busquemos la iniciativa empresarial para una Antequera de Arte, que queremos desde el corazón, forme parte de nuestra historia y sin maletas, mínimo para los antequeranos que viven en ella. Porque debemos aprender que la historia de nuestra Antequera, es Tú historia, nuestra historia; respondiendo como ciudadanos, dirigentes o empresarios a las carencias de nuestra tierra, cuidándola y velando por ella, por su cultura.
