Tiene entre sus grandezas la lengua castellana el enorme poder de autoregenerarse con holgura. Gracias a ello se van incorporando términos no solo foráneos, como consecuencia del uso constante por parte de la población, sino también otros promovidos por algún sector de la misma. Distinto es que posteriormene la Real Academia Española –fundada en 1713– tenga a bien asumir la palabra e incorporarla a su diccionario junto a las decenas de miles de vocablos existentes.
Tal podría ser el caso de la palabra “basuraleza”, una contracción gramatical de basura y naturaleza creado en 2008 por el Proyecto Libera, que promueve la Fundación SEO/BirdLife en alianza con Ecoembes. El objetivo no fue otro que el de concienciar y movilizar a las personas para mantener los espacios naturales liberados de basura desde una triple perspectiva: conocimiento, participación y prevención.
Basuraleza como concepto agrupa al conjunto de residuos que el ser humano genera, pero que abandona en la naturaleza alterando el equilibrio de los ecosistemas y por tanto afectando negativamente a las especies como a los espacios naturales. Diez millones de toneladas al año en forma de desechos es la cifra que los mares están recibiendo como “regalo envenenado”de la humanidad. Se nos olvida por lo que se ve, que sus aguas son las que generan la mayor parte del oxígeno que respiramos y que a su vez son el hábitat de los seres que nos alimentan.
Antequera, que bien puede presumir de ser una ciudad limpia y con un servicio de aguas muy bien regulado, aún más desde la creación en 1991 de Aguas del Torcal, está como otras tantas ciudades experimentando la dejadez de muchas personas poco sensibles con su entorno más inmediato. Todo ello a pesar de que en las escuelas la educación ambiental se aborda cada vez con más vehemencia, pero se ve que sin la fortaleza que otorgaría, como en otros países, una norma más integradora en el sistema educativo. Es cada día más necesaria la creación de una auténtica cultura medioambiental necesariamente apoyada por los distintos medios de comunicación dando a conocer los desastres que se están produciendo.
Tenemos aquí el privilegio de contar con un incomparable entorno medioambiental que se suma a todas las bondades de un rico patrimonio monumental, pero ya es hora de que entre todos aunemos esfuerzos para conservarlo y engrandecerlo.
La basuraleza siempre viene de la mano del hombre y es innegable que la Tierra está enferma. No podemos dejar esa herencia a los que nos siguen. Asumamos el compromiso porque reciclar es como mínimo el primer elemento a incorporar en nuestros hábitos más cotidianos.