Semana Santa en Antequera, todo ha pasado, todo ha quedado atrás y ahora toca el pensar en lo que está bien, y especialmente en hacer examen de conciencia y analizar aquello que se puede mejorar.
Y hay que hacerlo, porque nadie es perfecto, y muchas veces nos equivocamos en puntos que de cara al público no se ven, pero que son la esencia de la Semana Santa.
Este año, hemos podido ver una gran unanimidad en cada uno de los tronos, portando todos el lazo blanco en señal de su apoyo a la vida, algo muchas veces incongruente cuando llegan las concentraciones y casi no se ve ni un cofrade en estos actos. Aunque es un paso importante, y de todos es sabido que las casas hay que hacerlas desde abajo y poco a poco, es necesario que ese giro necesario para entender las cosas, parta del corazón de cada uno de los que componen las cofradías. Sabemos que son muchos los que están involucrados en esta lucha, pero es necesario plasmarlo y dejarlo claro. Si no tenemos problemas en ponernos el traje y dar la cara en un guión, tampoco nos debe suponer un problema dar la cara en estas concentraciones, siempre que se pueda.
Por otro lado, al igual que los lazos blancos, se ha visto la acción de Cáritas en algunas de estas cofradías, presentando en estos desfiles que no podemos dar la espalda a todos los que lo necesitan, y más en estos tiempos. Ha sido un pequeño paso, pero esperemos que el brazo caritativo de la Iglesia siga tocando el corazón de aquéllos que no saben de lo importante de su colaboración.
