El cólera es una infección conocida desde la antigüedad que afecta al intestino delgado y está producida por la bacteria Vibrio cholerae. Esta infección es alimentaria porque ocurre cuando se ingiere agua o alimentos contaminados, no se transmite directamente de persona a persona. El cólera aún hoy en día está presente en zonas con condiciones sanitarias deficientes de numerosos países de África, Asia, América Central y del Sur, afectando a millones de personas anualmente. Podemos entender el cólera como un indicador del grado de desarrollo de un país.
El principal síntoma que produce el cólera es una diarrea acuosa muy intensa y abundante debida a una enterotoxina que produce la bacteria y que aumenta la presencia de agua en el intestino. También se producen otros síntomas como deshidratación, náuseas, dolor abdominal, somnolencia, hipotensión, vómitos y mucha sed. Todos estos síntomas son consecuencia de la intensa pérdida de fluidos que sufre la persona infectada. El periodo de incubación del cólera es inferior a cinco días desde que se produce el contagio. El diagnóstico parte de esta sintomatología y se confirma con un coprocultivo que manifieste la presencia de la bacteria.
El tratamiento se centra en la reposición de líquidos y electrolitos que se han perdido, se utilizan sueros ya sea de forma oral o bien de forma intravenosa. Hay que tener muy claro que si no se consigue esta reposición de fluidos el cólera puede ser mortal. Según sea la gravedad de cada caso el tratamiento también puede incluir antibióticos como la tetraciclina o la doxiciclina. La prevención pasa por no viajar a zonas endémicas donde está presente el cólera. Si se viaja a estos países se recomienda la vacunación previamente y sobre todo extremar las medidas con el agua y los alimentos ingeridos. Para finalizar, hoy agradezco la paciencia que algunas personas tienen frente a la realización de un master que dura ya bastante tiempo.